“Indignaos”, de Stéphane Hessel
Escrito por: Mercedes Arancibia en Culturales on 06 03, 2011
Mercedes Arancibia.- “Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura. Al igual que a Stéphane Hessel, me escandaliza e indigna la situación de Palestina y la bárbara invasión de Irak (…) Hablamos en la misma onda...”.
Es el también nonagenario José Luis Sampedro quie prologa la edición española del libro que desde el otoño pasado,está dinamitando el mercado editorial francés: “Indignez-vous!”, a partir de ahora “Indígnaos”: 60 páginas editadas por Destino en una jugada que tiene poco de aventura editorial; 5 euros por el placer de leer un texto que está funcionando “como un toque de clarín que interrumpe el tráfico callejero y obliga a levantar la vista a los reunidos en la plaza”.
En todos los rincones del planeta están creciendo los indignados del mundo: les hemos visto estos días en Túnez y en El Cairo, en Argel y en Casablanca, les tenemos a la vista en Trípoli, en Yemen y en Bahrein, se están manifestando a trompicones en los arrabales de las grande ciudades chinas, se han dado una cita semanal para, envueltos en bufandas moradas, acabar con el régimen de corrupción y obscenidad que está dejando la sociedad italiana con más huecos que un queso de gruyére... Los “indignados” salen de la tierra, de las macetas, suben de los sótanos y bajan de las terrazas, como surgía la “minoría étnica” en la magnifica película “Amanece que no es poco”, auténtica joya del mejor surrealismo hispano que ha dado el siglo XX.
Después del prólogo de Sampedro, la edición en castellano del panfleto (en el mejor sentido del término) francés, incluye un llamamiento del autor a los lectores españoles, “a la joven generación de esa España (…) rebelde y valiente que siempre puede favorecer el impulso hacia una Europa cultural, fraternal, y no un Europa al servicio de una financiarización del mundo”.
En cuanto al resto,vale todo lo que en su día comentamos acerca de la edición francesa. 60 páginas pueden ser suficientes para movilizar a toda una generación. Stéphane Hessel, antiguo resistente francés, ex prisionero de los campos de concentración nazis y único superviviente entre los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, ha escrito un puñado de folios “recuperando” los valores que animaron a la Resistencia durante, y una vez finalizada, la segunda guerra mundial; y con ellos en la mano se dirige a las generaciones más jóvenes invitándolas al “compromiso”. El diplomático y activista ha escrito un mensaje que anima a los jóvenes a no sucumbir a los dictámenes de los mercados y de los medios de comunicación de masas. Su estilo directo y sencillo en lo que en principio,no pasaba de ser una aportación más al debate acerca de si otro mundo es posible, su falta de pretensiones, incluso la renuncia a sus derechos de autor -opción que, a la vista del monto de las ventas, cambió por la de que se entregara su parte al “tribunal Russell” (que juzga delitos internacionales contra los derechos humanos)- han calado muy hondo y no solo entre entre esos jóvenes a los que se dirigía en principio.
A estas alturas, en Francia ha sobrepasado el millón de ejemplares vendidos y circulan por el mundo traducciones, legales e ilegales, en un importante porcentaje de las lenguas conocidas y reconocidas en Naciones Unidas. Quienes se mueven más en la onda de la galvanización social aprovechando los recursos tecnológicos, lo ven como una invitación a “luchar en red”. Los profesores franceses de la enseñanza media debaten si deberían incluirlo entre los textos a estudiar en el próximo curso.
Stéphane Hessel va un paso por delante de los eslóganes de mayo del 68: frente al “sé realista, pide lo imposible”, proclama que “¡todo lo deseable es posible!”, mientras su biografía nos cuenta como él no tuvo que esperar hasta aquel '68 para intentar hacer realidad sus utopías: desde el Consejo Nacional de la Resistencia, y aún antes desde las Fuerzas Francesas Libres, en torno a De Gaulle en Londres, Hessel ha sido, hasta hoy mismo a punto de cumplir los 94, un activista que ha convertido en ley de vida un axioma: - “El motivo de la resistencia es la indignación”- y defiende, con idéntica convicción y firmeza, los mismos valores que defendió con un arma hace más de medio siglo: “Tenemos que ser respetuosos con la democracia, pero cuando algo nos parece que no es legítimo, entonces nos corresponde protestar, indignarnos y desobedecer”.
Indignaos
Stéphane Hessel
Traducción Telmo Moreno Lanaspa
Prólogo de José Luis Sampedro
ISBN 9788423344710
Ediciones Destino
60 páginas
5€


escrito por elquecorreconlobos, abril 14, 2011

escrito por luis artime, abril 12, 2011
Pero esto no pasaría de ser un comprensible “pecadillo” de coquetería senil, sino sirviera de soporte para un intento de provocación vitriólica que, como poco, constituye una patética caricatura a la edad de su autor.
El argumentario esencial de la obrita de Hessel concierne a Palestina, y en ella se puede leer : “Es preciso absolutament leer el “Informe Richard Goldstone” de Septiembre de 2009 sobre Gaza, en el que este juez sudafricano, judío, que se declara incluso sionista, acusa al ejército israelí de haber cometido actos asimilables a los crímenes de guerra y , tal vez en determinadas circunstancias, a los crímenes contra la humanidad, durante la operación Plomo Endurecido, que duró tres semanas.”
Aparte de la “comprensión” con la que este hombre de paz disculpa el lanzamiento palestino de misiles sobre poblaciones israelís, el entrañable viejecito se lanza a una desaforada descalificación, total e indiscriminada, de las democracias occidentales, con un vigor y una indignación propía de un estudiante en búsqueda desesperada de un poco de notoriedad.
La mala noticia es que Richard Goldstone acaba de publicar un artículo en el Washington Post, en el que, en base a nuevos datos, no sólo cuestiona la validez de su primer informe sobre la supuesta comisión de delitos por parte del Tsahal, sino que declara no tener dudas sobre la “intencionalidad” de ciertos “crímenes” cometidos por Hamas.
Una pena.
¡Ah! Y sin que pierda un ápice de pedantería, sería más correcto : Aux armes citoyens! (en version du XXI énième siècle)

escrito por Miyake, marzo 28, 2011
Ni Indignaos ni Luis llevan acento, la primera por ser una palabra llana acabada en s y la segunda por ser un hiato compuesto por dos vocales cerradas.

escrito por O. Colis, marzo 11, 2011
¡Indignáos!

escrito por mercedes, marzo 11, 2011

escrito por O. Colis, marzo 11, 2011
Mediante esta plataforma, queremos ayudar a coordinar una acción global y común entre todas aquellas asociaciones, grupos y movimientos ciudadanos que, a través de distintas vías, están intentando contribuir a que la actual situación cambie.
Convocamos a todos, en calidad de ciudadanos, a salir a la calle el día 15 de Mayo, a las 18 horas, bajo el lema “Democracia Real YA. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Te animamos a que te unas de forma pacífica y sin símbolos políticos excluyentes para hacer que se escuche una sola voz.