Podemos decir claramente que el PP y el Gobierno de España son muy patriotas, habitualmente se jactan de ello, sin ir más lejos ayer hemos podido leer en europapress.es la noticia de que Ana Botella tiene en su jardín una bandera española, se entiende que está orgullosa de poder lucirla y además dice que estos símbolos reafirman el sentido de pertenencia a un país.
Por eso tienen tanto afecto a la ciudadanía y a l@s periodistas, siempre están dispuestos a escucharles y a responder ante las personas que lo habitamos.
Hemos comprobado ayer también, que el Gobierno ha encerrado y aislado en el Congreso a los representantes de las personas españolas ante el poder supremo del BCE con Draghi a la cabeza.
También nos demuestran día a día la comprensión que tienen con el empresario Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE y el presidente de los empresarios madrileños, (también cuñado del anterior presidente de CEOE Gerardo Díaz Ferrán, actualmente en prisión por su comportamiento ejemplar) debido a que la Fiscalía de Madrid ha abierto diligencias para investigar los supuestos pagos en dinero negro que ha realizado a empleados del Grupo Cantoblanco.
Esperanza Aguirre ha dicho de este asunto que “es muy difícil pagar 2000 sueldos todos los días”, quizá quiera decir que es muy difícil hacerlo sin beneficiarse y sin que te pillen por ello, claro que con un Ejecutivo tan comprensivo ¡quién sabe…!
Ignacio González, actual presidente de la Comunidad de Madrid y sucesor de Esperanza Aguirre ha comunicado al respecto que Arturo Fernández es un gran empresario y que ha dado empleo “a miles de trabajadores”.
Qué decir de los sobres del caso Bárcenas y demás mamandurrias dentro del PP, todo es mentira según el Gobierno, no saben nada de eso, quizá sea una conspiración…
¿Cómo se nos ocurre dudar con lo que ellos nos quieren? ¿Cómo se nos ocurre dudar si hacen lo que tienen que hacer por nuestro bien? Si les comprendiésemos, es decir si creyéramos lo que nos dicen, no tendrían que controlarnos más y más.
Amar no es mentir, no es aprovecharse de, cuando se ama se hace lo posible para que a quien se ama viva mejor y por eso las reformas no serían recortes, todo esto me ha hecho recordar en parte a la “filosofía” del “maltratador” que por supuesto tiene que ver con el ejercicio del poder : princesa yo te quiero mucho y todo lo que hago lo hago por ti, lo que pasa es que te empeñas en no comprenderme, y por ese afán de posesión y de controlar aisla a la supuesta persona amada, la deja sin autoestima , sin recursos, su concepto de negociar es convencerla por las buenas o por las malas, la tutoriza, las cosas hay que hacerlas como yo digo porque es la mejor manera, le falta empatía con ella, pues no puede entender su punto de vista, minimiza y justifica sus conductas de maltrato , en cuanto a la cantidad y la gravedad de dichas conductas, niega lo sucedido como si fueran inventos para perjudicarle, o también puede decir que es una trampa y que él es la víctima, tiene un concepto rígido del rol del poder (en su caso, del rol del hombre sobre el rol de la mujer). Utiliza la violencia física cuando ve que fracasan sus mecanismos de dominación, lo hace para no perder la supremacía de la relación y sabe perfectamente que agrede.
Esto es lo que hace el Gobierno en la actualidad, dice que ama a España su patria, pero sólo ama el símbolo, se podría comparar con que un maltratador no entendiese que la pareja decepcionada se quitase su alianza; que les quede claro en el Ejecutivo que la ciudadanía no le pertenece, además la deja sin recursos, sin: casa, trabajo, educación pública de calidad, sanidad pública de calidad, justicia,… y lo hace como el maltratador para controlar a sus anchas; como consecuencia arrebata a las personas su autoestima para ejercer la supermanipulación, se justifican diciendo que hacen lo que tienen que hacer porque es lo mejor ¿pero para quién? Para “sus amantes” que son el poder financiero y empresarial, con quienes nos ponen los cuernos, y cuando se les pilla minimizan el asunto, o bien lo niegan, o bien hablan de conspiraciones…, su rol de poder lo tienen claro unos mandan y otros obedecen, y cuando los mecanismos de dominación que permite la relación democrática fracasan, entonces para no perder la supremacía de la relación recurren a la fuerza policial.
Que no se extrañen, por tanto, de que las personas no queramos a quienes ejercen el poder así, es lo natural y lo normal, no se debe querer a quien no escucha, a quien no es capaz de ponerse en el lugar de quienes lo están pasando mal, como las personas que están siendo desahuciadas, en definitiva a quienes nos engañan, nos utilizan y nos maltratan.
¡Siento lo que está pasando! Y me siento del lado de las personas que respetan la vida en reciprocidad y quieren SER sobre todo, espero que un día seamos expertos en afectividad y hagamos todo lo posible por ello, quizá el remedio sea querernos empezando por nosotras mismas (las personas), algo en la línea de lo que expresa la letra del Canto a la libertad de José Antonio Labordeta .