Mercedes Arancibia
Quien fuera el franco-alemán Dany el Rojo en su primera juventud y después el anarquista Dany el Negro, ha decidido ahora terminar con sus días de Dany el Verde en la presidencia del grupo Europe Ecologie- Les Verts, al tiempo que renuncia a otros proyectos pretéritos (y periclitados) como ser candidato a la presidencia de la Comisión Europea e incluso presentarse a las elecciones en Grecia. El multicolor Dany –Daniel Cohn-Bendit- confirma en este febrero de 2013 que se jubila como profesional de la política, que no se re-presenta a las elecciones europeas de 2014 y que, quien fuera el símbolo y parte de la leyenda de Mayo ’68, se retira justamente cuando va a cumplir, el próximo 4 de abril, 68 años.
En el libro interrogativo “¿Para suprimir los partidos políticos? Reflexiones de un apátrida sin partido” (Indigéne Editions, Franciaº), un opúsculo de 40 páginas todavía caliente de tinta de imprenta, habla de la necesidad de que emerjan nuevas formas de actuación colectiva y la repetida desilusión que le ha causado su militancia partidista, especialmente la última porque ha comprobado que, en contra de sus deseos, “al final, Europe Ecologie-Les Verts se comporta como ‘un partido normal’, ansioso de poder y de figurar” en el reparto de la tarta gubernamental, aunque sea a costa de renegar de algunos principios como su tradicional oposición a la ratificación del Pacto presupuestario europeo.
Parece que la reciente operación de un nódulo canceroso también ha influido en su decisión de marcharse: “A los 68 años –dijo en 2010 con la ironía y la franqueza que le caracterizan - seré uno de los de mayo del 68, un auténtico, consumado, hecho y derecho chico del 68”. Lo mantiene, aunque ahora añade: “Pero todo eso no es más que un sueño. El fantasma de un adiós. No me siento capaz de llevar a cabo una campaña europea que exige una agotadora presencia física e intelectual por todo el continente”.
Daniel Cohn-Bendit ya no es el atractivo pelirrojo portavoz de las revueltas de Nanterre y la Sorbona sino un interesante y muy simpático abuelo canoso, siempre provocador, que intenta añadir un final digno a más de cuarenta años de compromiso político, y más de veinte de política “oficial”, iniciados cuando era un estudiante de sociología y prolongados en su paso por la enseñanza como educador en una guardería, el trabajo como empleado en la librería parisina Karl Marx, el exilio en Alemania cuando le prohibieron la entrada en Francia, su faceta de periodista en una revista ligada a los medios anarquistas franceses y, finalmente, la ruptura con el anarquismo, la participación en la campaña del cómico Coluche –fundador de los Restaurantes del Corazón, un lugar donde comen a diario miles de desheredados- para la presidencia francesa, la entrada en el Parlamento europeo con el grupo de los verdes alemanes y la fundación en 2009 del grupo Europe Ecologie-Les Verts.
La de ahora es una retirada que no significa que “vaya a entrar en un convento, como otros” -ha dicho en el plató del canal privado France1- solo abandono la política partidista”, sino que va a buscar otras maneras de seguir hablando, haciendo política, “molestando”; tiene proyectos y en ellos figuran hacer un documental para el canal cultural franco-alemán ARTE, y “presentar debates en televisión”, posibilidad que negocia estos días. Además piensa seguir “manifestando y votando”
Entre los libros de obligada lectura para la generación que vivimos en primera persona, y en distintos lugares del mundo, los acontecimientos de mayo del 68, están “El izquierdismo, remedio a la enfermedad senil del comunismo” y “Nosotros que amamos tanto la revolución”, firmados ambos por el pelirrojo europeo más célebre del siglo XX- el primero escrito a cuatro manos con su hermano Gabriel -, antes libertario y hoy defensor de una Europa federal, siempre culo de mal asiento y azote de los partidos “establecidos” y los políticos como el dúo Holande-Ayrault, a quienes no reprocha que “sean socialdemócratas que llegan a componendas con la sociedad, los sindicatos y la patronal, sino que funcionen –dice- con el disco duro de otro siglo”.
- "Pour supprimer les partis politiques!? Réflexions d’un apatride sans parti"
- por Daniel Cohn-Bendit
- Indigène Edition (febrero 2013)
- 40 páginas – 3,10€
- Se puede comprar por Internet
Sigue la actualidad de Periodistas en Español en nuestro
Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla
.
Indica nombre, apellidos, profesión y país.