Periodistas en Español

María Rosa Medel

Cuando empecé mis colaboraciones en este periódico me hice el firme propósito de siempre escribir al hilo de la actualidad. Era consciente de lo difícil que sería al ser semanal pero no ha sido así. Todas las semanas tengo alguna noticia que poder comentar o algún sucedido que me ha permitido estar en el día a día.

Esta semana, y creo que algunas más, andamos con un asunto de sobres, y no tiene nada que ver con los recortes que se pueden plantear en Correos, es simplemente del exceso de sobres que había en la sede del partido del Gobierno.

Llevamos una semana oyendo desmentidos en modo degradé, cada vez menos rotundos y menos generales, al final cada uno se salva como puede y hemos oído muchas veces lo de “cada palo aguante su vela”, o sea que suponen que hay palos y velas.

Menos mal que al final han sacado del letargo a nuestro presidente y ha encargado dos auditorías, una interna y otra externa. Bravo, sólo queda que nos expliquen a los españoles de bien, cómo se audita el dinero negro. Por definición es un dinero que no existe, “no consta”

Con tesoreros así da gusto, todos contentos, repartiendo dinero a manos llenas, presuntamente, sobresueldos en negro y él llevándoselo crudo a Suiza. Luego hacemos una amnistía para poder lavarlo y cuadramos el círculo, traemos un poco y lo arreglamos.

Yo creo que a Bárcenas le debían dar una cátedra de economía con la condición de que divulgue sus saberes, cómo se llega a hacer ese fortunón en tan poco tiempo, creo que en estos tiempos de crisis, esos cursillos nos vendrían muy bien, sobre todo a los ciudadanos que se ven obligados a subsistir con cuatrocientos euros o menos.

Además en esta semana hemos sufrido otro quebranto en nuestras convicciones, cuidado con los deportistas, en principio gente sana. Ahí tenemos a Armstrong confesando que se metía todo lo que encontraba para el cuerpo y a Bárcenas que aprovechaba su afición al deporte de montaña para de paso dejar algunos dineritos en Suiza. Así da gusto hacer deporte.

En fin, que no salimos de nuestro asombro, por decirlo de una manera educada, la palabra correcta debería de ser cabreo, la ciudadanía va a llegar un momento en que se vea sobrepasada con tanta corrupción y nos veamos en la obligación de decir “Basta”. Ah, se me olvidaba, dejar escrito que los corruptos son muy pocos, aunque hagan mucho daño a la democracia.

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Publciado en el periódico comarcal semanal Canfali Marina Alta, Dénia, 26 de enero de 2013.

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