Manuel López

No pudo ser. El vigués Antonio Pérez, Súper Pérez, presidente y director general de Kodak, no pudo salvar al gigante amarillo de acogerse a la ley de quiebras de Estados Unidos ante la amenaza de bancarrota. Con el trallazo del anuncio de quiebra hecho público hace unas horas, Kodak, la que fuera compañía de referencia del sector fotográfico se suma al otro gran gigante de la industria fotográfica desaparecido, Agfa, filial de Bayer, así como a la japonesa Konica. De las grandes compañías fabricantes de película, solo se mantiene a salvo de la crisis el gigante verde nipón, Fujifilm.

Tampoco se libraron del cierre, ya en los tempranos años setenta, las fábricas de película fotográfica en España: Negra (Barcelona), Valca (Valle del Cadagua, Burgos), a las que seguirían en los ochenta Manufacturas Fotográficas Españolas (MAFE), filial de Agfa; y Certex S.A., que venía fabricando las económicas y populares cámaras Werlisa en Vic (Barcelona).

Era un secreto a voces. Tal como se venía rumoreando desde el pasado mes de octubre, Kodak acabó presentando la pertinente solicitud para acogerse al Capítulo 11 de reorganización de empresas según la legislación de Estados Unidos. Con el proceso de bancarrota Kodak pretende "centrarse en sus líneas de negocio más rentables", asegura Pérez en su mensaje en un vídeo incluido en el citado comunicado oficial de esta mañana. 

Antonio-Perez-19ene2012

http://www.kodaktransforms.com/#!prettyPhoto/0/

Líneas de negocio que no concreta Antonio Pérez, lo que pondrá a prueba la imaginación de los analistas, pues si bien en la tecnología digital cosechó un fracaso tras otro a pesar de haber sido la compañía que patentó en 1976 el invento de la cámara digital.

La cartera de patentes de Kodak es inmensa, hasta el punto de que multiplicaría por cinco la cifra de negocios de la propia compañía, según informaba Bloomberg el pasado 17 de agosto, cuando empezaron a arreciar los rumores de quiebra.

Durante sus 120 largos años de historia, Kodak no ha dejado de estar entre las compañías líderes en patentes, ocupando muchos años el primer puesto en depósito de patentes en EE.UU. Actualmente maneja un porfolio de 1.100 patentes y es la compañía con mayor número de ellas en tecnologías fotográficas digitales.

Tan grande es el poderío de patentes de Kodak que algunos sonados errores de laboratorio le generaron beneficios astronómicos. Así, un fallo en uno de tantos proyectos de la investigación con triacetato de celulosa –la vulgar película “de toda la vida”– dio origen al polietileno de tereftalato, más conocido como pet, el material de plástico de los envases de bebidas. España se benefició del invento del pet, pues Kodak creó con Repsol en 1993 en San Roque (Cádiz) una gran planta para la fabricación de pet, boyante negocio que más tarde acabaría en manos de Cepsa.

Otros inventos fallidos y sin embargo multimillonarios fueron la fibra textil de poliéster o el acetato fibroso para la fabricación de filtros para cigarrillos.

Hoy Kodak es noticia en todos los medios del mundo. Paradoja de paradojas, no correrá la suerte del otro gigante superviviente, Fujifilm, compañía a la que siguen confundiendo con Fujitsu, sin ir más lejos El País en la información que publica hoy:

Fuji-Fujitsu

En historia e imagen, genio y figura: Kodak continúa siendo una las marcas más populares. Cierto que en 2011 desapareció de la lista de las 50 marcas más admiradas compañías más admiradas del mundo según Fortune, pero todavía está bien viva en el imaginario colectivo: en la lista más reciente (2010) de las 100 marcas más apreciadas que publica Ranking the Brands , Kodak avanzó del puesto 64 en 2009 al 56 en 2010, por delante de The New York Times (59), Ford (61), Fujifilm (70), Xerox (77), eBay (88), Canon (91) o HP (92).

En la listas de las web globales, Kodak está posicionada en el puesto 25, ocupa el 37 entre las marcas líderes en fidelidad de su clientela y el 16 en el pulso de reputación global, siempre según Ranking the Brands.

“Vacaciones sin Kodak son vacaciones perdidas”, reza uno de los eslóganes históricos de la publicidad española, obra de Pepe San Román, director de publicidad en los felices setenta de la filial española en la madrileña calle Irún. Sobre los hombros de Antonio Pérez recae la responsabilidad histórica de salvar la compañía que ha conseguido más que ninguna otra a hacer bueno el eslogan que sostiene que la fotografía nos permite disfrutar por partida doble, “vivir dos veces”.

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