De nuevo nos encontramos con otras "ca..........da" del Gobierno ( ponga ustedes el resto de las letras que faltan y completen la palabra que más les guste o se aproxime a lo que piensan al respecto).
Ahora lo que faltaba por tocar, las costas, el litoral. Esa maltrecha franja de tierra que ha sido destrozada a lo largo de la historia de este país a través de la explotación del turismo, y de la famosa frase empleada como lema en los años sesenta de "España es diferente", aunque para que ustedes lo sepan, esas palabras fueron pronunciadas por un capitán inglés destinado en Gibraltar en 1835 cuando cruzó a Andalucía y al contemplar lo que vió dijo aquello de "Spain is diferent", o sea que...
Bueno pues nuestro ¡bendito¡ Gobierno, ese que no hace sino hablar de la sostenibilidad (vaya palabro) del medio ambiente, de la búsqueda de energías alternativas que contaminen menos, de apretar con aquello del coche eléctrico, de tomar medidas para que los aviones reduzcan su envío al espacio de CO2, de..., va ahora y se saca de la mano un proyecto de Ley de Costas que echa al traste cualquier intento de demostrar su fiabilidad como amante del medio ambiente.
Pero lo peor no es que se indulte a una serie de construcciones, se habla de más de 10.000, o que se permita la subsistencia de aquellos edificios que están estropeando el litoral español, ya de por sí destrozado por actuaciones anteriores, sino que se hace en función de la mejora del turismo, de la economía del país.
La vicepresidenta del Gobierno ha justificado la decisión como un recurso de inversión y desarrollo turístico en vez de como un bien y un patrimonio natural público, y el ministro encargado del asunto, eufemísticamente denominado de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha apuntado que "las excesivas limitaciones a las obras restan competitividad al turismo español" .
Ya conocemos el sistema capitalista de los gobiernos occidentales, pero esto es demasiado.
Comprobemos: en aras de la economía y por la crisis: se baja el sueldo a los funcionarios y similares; hay organismos semi públicos que no son considerados funcionarios a la hora de los derechos, pero sí a la hora de los deberes; se congelan salarios; se permite la aplicación de eres con una ley de reforma laboral que favorece a los empresarios, no a los trabajadores; se hace desaparecer la paga de Navidad- ¿cómo se va a consumir así?; se reduce la educación obligando a las Universidades a realizar recortes brutales en el profesorado; se aumenta el coste de las matrículas (sólo van a poder estudiar los que tengan dinero o los que se empufen); se aumenta el IVA; se da dinero a los bancos que utilizan en su beneficio propio, no en el de los ciudadanos; y...ahora, se da una nueva vuelta a la rosca para seguir "ca...la". Y eso sin olvidarnos de que ya no se puede ni protestar, porque los Padres de la Patria no pueden ser molestados cuando están jugando a hacer política en su Casa, en el Congreso. Si uno lo hace le pueden poner el culo de varios colores. ¡Hay si los leones levantaran la cabeza, o los cañones con los que fueron fundidos...¡
Pues eso, que ahora tenemos una nueva razón para protestar...
Y a mi, la verdad es que me queda una duda. ¿Cuántas de las construcciones indultadas o permitidas próximas a los litorales y en flagante estado de ilegalidad hasta ahora pertenecen a políticos, o a personas influyentes, o personajillos que se lo tienen creído?
Por favor, que las organizaciones defensoras del medio ambiente, en lugar de colgarse de edificaciones o torres, hagan un recuento y un catálogo de los dueños, que les aseguro que nos vamos a llevar más de una sorpresa, pero seguro que son los políticos, con los ricos, y como decía aquel otro, con la iglesia con lo toparíamos. ¡ Guerra Perdida¡