Me acabo de enterar de un hecho ya antiguo en el tiempo pero que ahora cobra mucha más actualidad por el aumento del número de recortes que está haciendo el Gobierno en todos los campos sociales.
El pasado mes de abril en el Parlamento Europeo, y ante la situación de crisis, se hizo una votación para que los eurodiputados decidiesen si se mantenían los vuelos de sus señorías en business o si accedían a cambiar por la clase turista, y sorprendentemente los representantes españoles votaron a favor de continuar manteniendo su privilegio de ir en los aviones en la parte delante, la más cara.
Para un vuelo que no llega a las dos horas entre Madrid y Bruselas, el precio en clase business se encuentra en, aproximadamente, 1.200 euros por cabeza (ida y vuelta), mientras que el mismo trayecto se puede encontrar hasta por 150 euros sacando el billete con tiempo suficiente. Pero como tiramos con "pólvora del Rey", pues es mejor volar más cómodo sin pensar en lo que está ocurriendo en el país. Porque...resulta que con el coste de cada eurodiputado en esa clase privilegiada de vuelo se paga a un maestro más de un mes, o a un profesor asociado de universidad tres meses, o en sanidad... Pero eso no importa, que sus señorías deben tener una situación por encima de lo humano, ya que se creen semidioses.
El resultado de la votación de los eurodiputados españoles arrojó el siguiente resultado: CUATRO a favor de volar en turista: Ramón Tremosa (Ciu); Rosa Estarás (PP), Oriol Junqueras (ERC) y Raúl Romeva (Iniciativa).
El resto, a favor de seguir con el business. El representante de UPD, 17 del PP y 19 del PSOE, mientras que Izaskun Bilbao (PNV) se abstenía, lo mismo que María Badía (PSOE).
Y luego se extrañarán los diputados y eurodiputados que pensemos de ellos tan mal, y que se plante cara al Gobierno con manifestaciones y protestas. Porque la crisis parece que existe para lo de siempre, para Juan Pueblo, pero no para ellos, que además tienen otros privilegios "cojonudos" (perdón por la expresión, pero uno se indigna ante estas cosas), como un iPhone, un iPad, PC en su despacho, ¡su despacho¡, un asistente por cada dos diputados, adsl..
Y además, una jubilación garantizada con el 100 por ciento de la pensión máxima si has sido diputado once años, de ahí que muchos se aferren a la silla y que ni con agua hirviendo se les pueda mover el culo; o con el 90 por ciento de esa máxima de 2.466,20 euros si has desempeñado el cargo entre nueve y once años, y así sucesivamente...
Vamos que desde el Congreso y desde el Parlamento Europeo se pide un sacrificio al pueblo para que ellos puedan seguir a sus anchas. Lo dicho, siento vergüenza ajena y propia por los parlamentarios europeos españoles, su poca anexión a la situación y su defensa a ultranza de unos privilegios que jamás serán comprendidos por Juan Pueblo.