Aunque debo confesar que no estoy ni a favior ni en contra de que las calles sean para más cosas que para trasladarse de un lugar a otro, y que las manifestaciones en su mayor parte me desagradan más que alegran, en este caso quiero decir que ¡por fin¡ veo que la juventud mantiene ese cierto "índice de rebeldía" que he echado en falta en otro tiempo. Y se anuncian protestas con marchas y huelgas en los centros universitarios durante esta semana.
Puede que sea por aquello de los que vivimos el famoso año simbólico de 1968, o la trasición española corriendo delante de los grises, o estadno dispuestos a cerrar la Universidad durante meses, por lo que me congratula que los estudiantes, y algunos profesores salgan a la calle a protestar, aunque no entiendo que se mezclen con ellos algunas asociaciones de padres que nada tienen que ver.
Decía en el título que más vale tarde que nunca, porque me pregunto que donde estaban hace varios años cuando la crisis era palpable y los estudios iban declinando cada vez más su listón, con una juventud sin trabajo, sin posibilidades de alcanzar una vivienda digna, pagando unas matrículas altas, y con un futuro metido en un túnel negro y oscuro del cual no se divisaba la luz de la salida. Pero ¡por fin¡ se han decidido a proclamar su rebeldía y a decir aquello de "así no se puede seguir".
Demasiado tiempo han aguantado, y ahora ¡hay que salir¡ Es preciso que se reivindique una enseñanza pública que se está empobreciendo. No me vale que sea culpa de los actuales o que provenga de los anteriores, lo cierto es que se está dejando en manos de las entidades privadas, de los máster de a 6.000 euros (eso como poco), y dando con la puerta en las narices a profesores, sobre todo asociados, que eran el verdadero sostén de la enseñanza universitaria pública, porque ejercían una labor docente y profesional a la vez, que no pueden llevar a cabo los catedráticos o afines.
Bien por reivindicar dentro de unos días los probloemas de la enseñanza. Pero ¡cuidadoi¡, que sea una protesta de estudiantes, de docentes, que no aparezcan ahora los sindicatos o algunos políticos que han estado callados y con la cabeza metida en el agujero, cuan avestruces, y que en este momento de más jaleo, de más oportunidad contestaria o de beneficio para ellos, salen a la calle cada dos por tres, y luego cuando vuelven a casa se olvidan de los llamamientos que realizan.
Bien por los estudiantes, por los que ahora, muchos años después toman la antorcha de la reivindicación universitaria. En este caso no es por la búsqueda de un cambio de dictadura a democracia, sino por algo que es más consustancial a la situación actual. La consecución de una educación universitaria decente, como manda la Constitución.


escrito por Eva, octubre 16, 2012