Esto es una columna de opinión y no pretende ser nada más. Digamos que me invade esta tarde un espíritu bastante crítico, satírico, en cierto modo frívolo puesto que voy a escribir, -entre otras cosas – de vestimentas de damas. No voy a hacer un ejercicio de crítica negativa, solo a mi modo de ver, hechos.
En general. Nunca me ha gustado la gala de los Goya, tampoco me ha disgustado especialmente. A veces me ha aburrido un poco. Siempre me ha parecido un ‘quiero y no puedo’, quizá no debería decir que a menudo me ha dado la impresión de querer representar una Oscar Spanish Version y eso va a resultar siempre en una especie de sombra del original.
Pero al grano con los Goya 2013.
Pongamos a un lado el discurso de Enrique González Macho. Anoche le oí pero para mencionar aquí lo que me interesase de él, he sacado hoy de internet lo que se presentaba como ‘discurso completo’. Y para mi asombro, no encuentro cosas que anoche dijo, en vivo y en directo. Anoche hizo una referencia directa a ese IVA de 21%, que ha repercutido negativamente en la venta de entradas y otros productos derivados del cine. Ni rastro de eso en el escrito sacado de internet. Anoche habló de los recortes, directos a la industria del cine y a RTVE que también afectan ¡ y como! a la industria del cine. Hizo también una muy ecuánime declaración de principios, diciendo que el cine no es monopolio ni de la ceja ni del bigote ni de la barba. Dijo “Es un producto fundamental para la Marca España”. Ni rastro de eso en el discurso completo que tengo aquí al lado, en el que la única referencia a la acción de gobierno es “cambios legislativos ya anunciados por el Sr. Ministro de Educación Cultura y Deportes y por el Secretario de Estado de Cultura”. Como no podía dar crédito, lo he releído tres veces, pero no hay duda. El discurso publicado que yo he visto o está censurado, o bien el Presidente de la Academia dijo en directo algo que no estaba en el escrito, porque no necesitaba estar. Pero se supone que lo de internet está puesto a posteriori, no a priori. Mejor quedarse con lo que le oímos. En resumen, González Macho se refirió a hechos que ahí están, y por otra parte quiso enviar un mensajito a los que se creen en posesión de modo absoluto, de la verdad, los principios, la cultura, etc. Y todo ello con estilo, sin hacer escarnio de nadie.
Por supuesto, una maestra de ceremonias tiene que emplear tono y recursos distintos. Todo eso puede hacerse con estilo, ironía fina y/o ácida, sátira humorística, sobre todo clase, peeeero...a la altura de la circunstancia. A la altura de la ceremonia de entrega de los premios más importantes del cine español. Y todo eso estuvo ausente en la presentación de Eva Hache. Eva Hache solo estuvo a la altura de su circunstancia, no de la circunstancia: falta de estilo, humor grueso y fuera de contexto, vulgaridad, ausencia de clase y un pelín de sectarismo. Sacar a relucir corrupciones de unos, cuando estamos todos al cabo de la calle de que son muchos, de varios colores, los que están pringados hasta las cejas, estará bien en otros lugares y contextos, pero no como maestra de ceremonias en la entrega de los premios de la Academia de Cine. Todo tiene su tiempo y su lugar. Eva Hache solo sabe hacer de Eva Hache: en la entrega de los premios Goya, en el Club de la Comedia y donde quiera que esté, se vé que para ella eso es ser progre. ¿Y es cultura?
Diré algo de alguno de los premiados, no de todos, esto no es una reseña. Bien por Maribel Verdú, que merecería un Goya por cada trabajo que ha hecho. Siempre ha bordado sus muchos papeles plenos de sensualidad, entre otros muchos en su larga carrera. Maribel es una virtuosa de la sensualidad femenina. Siempre dentro de la piel de cada personaje, con una naturalidad que parece que no la requiere ningún esfuerzo, ni mayor preparación. Una artista nata.
Mal por Candela Peña. No se recoge un Goya diciendo que lleva tres años sin trabajar, no es momento ni lugar. Si tiene un mal representante que cambie de representante, pero esa pedigüeñez lacrimosa cuando te están dando el premio más preciado de la cinematografía española, es patética. Y patética la descripción de no sé que hospital. Lo de las mantas me lo puedo creer, ya dije en alguna otra columna de opinión que en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, ¡no hay camillas en urgencias! Pero lo del agua...¿es que no funcionaban los grifos? Y de cualquier manera, no es el momento, ni el lugar, ni la circunstancia. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...Fatal.
Bien por el premio a José Sacristán, ya era año de que le dieran el Goya al mejor actor protagonista, aunque este premio me ha olido a aquel Oscar que le dieron a Henry Fonda, por En el estanque dorado, empeño de su hija Jane para que no se fuera de este mundo sin la preciada estatuilla, él, que la había merecido muchas veces más que con creces. Espero que Pepe esté bien de salud. Sacristán es uno de los grandes de España, en cine y no digamos en teatro, un auténtico maestro. En 2001 fue premiado por la interpretación del papel con el que había soñado toda su vida, el Willy Loman de La Muerte de un viajante y en el mismo año por otro hito, el del Profesor Higgins de My fair lady. Premios tiene muchísimos, pero el Goya, por fin a los casi 76 años...País.
Bien por Macarena García, que alcanza la consagración definitiva con esta Blancanieves deliciosa y magistral. La Marion Cotillard española, como la llaman algunos, aunque no creo que necesite esa clase de apoyos, se apoya por sí misma. Un caso de vocación temprana y de formación completísima. Me gustaría verla más en musicales. Es muy joven, con muchos recursos, su carrera promete ser de largo y magnífico alcance. Una gran vocación.
¿Qué decir del auto-show de Concha Velasco? Muy de Concha Velasco. He de decir que conociéndola, me lo temía y fue más largo de lo que me temía, con su parte quejica llorica porque no se lo han dado antes. Concha guapa, ¿qué tenías que hacer tú frente a Emma Suárez en esa maravilla que es El perro del hortelano? Lope de Vega en verso, peliculón, papelazo, interpretación fabulosa, joven y guapa Emma. Adoro a Antonio Gala, pero ni él osaría competir con Lope. Que no, Concha que no. Tú eres una actriz con mucho oficio, con mucha suerte también, has sabido navegar muy bien en todas las aguas, desde que eras muy jovencita hasta hoy. Desde que aparecías cada año por Navidad, en la gala de Doña Carmen Polo en la ‘mejor televisión’ de España, hasta ser cofundadora de la Plataforma de Apoyo a Zapatero, ¡cuánto ha llovido! Entre tus premios, figuran varios a toda tu carrera. Tú te lo mereces Concha, pero no castigues tanto al personal cuando te den otro premio a toda una vida...
El desfile de modelos por la alfombra roja.
Ni he querido contar las numerosas ‘rajas’ a lo Jolie que se han visto. Cielos, eso es como ir a una fiesta y verte vestida igual que otra, con carísimo traje de gran firma, claro que en este caso no se pagan el traje, porque hacen propaganda a quien las viste. Pero aún así, poca originalidad, mucho de copionas de la norteamericana, con retraso, seguro que las de ayer son las últimas ‘rajas’ que se van a ver. Bueno, a lo mejor en vestidos prêt-à-porter de bajo precio y categoría.
Me he quedado con los vestidos de algunas actrices –pocos- realmente de diseño notable, elegantes, bien terminados y bien llevados. No voy a hacer propaganda gratuita a los modistos. Mi opinión, claro. Precioso tejido zebra el elegido por AmaiaSalamanca, muy bien llevado; clásica y elegantísima Michelle Jenner.
El de Paula Echevarría es uno de los puntos y aparte, qué fantasía y elegancia de diseño, que acierto de color y como lo llevaba Paula; el peinado adecuado al traje, bellísima, rebosando distinción. Y qué decir de esa maravilla de conjunto lucido por Maribel Verdú. El top negro sobre esa falda de vuelo amplio, con un estampado que ni encuentro adjetivos para describir su acierto y belleza como corresponde. Maribel, bella, casi etérea. El modelo de jovencita de Macarena García no estaba mal, pero no parecía del modisto que lo firma. Macarena, a tu edad se está bien con todo, pero...Una mención a Ángela Molina, discretamente bien vestida, pero lo mejor de Ángela ¡las arrugas! ¡Vivan las arrugas bien llevadas, con personalidad, Ángela! Eso de ver a señoras en la mitad de la setentena con la piel planchada, -a veces mal planchada- es un poco...eso, cada cual que ponga lo que quiera. Muy de oro, muy elegante el vestido de Goya Toledo, vestida por uno de los favoritos de Rania de Jordania. Se notaba el estilo ‘Rania’ a la legua. Precioso el vestido de la joven y espectacular pareja de Ernesto Alterio, la actriz colombiana Juana Acosta. Mención especial para el inclasificable modelo de la modelo Nieves Álvarez, realmente elegido a propósito, vestido de pasarela de altísimo standing, como diciendo ‘esto solo puedo llevarlo yo’. Muy bonito, como todos los vestidos sin espalda llevados por chicas jóvenes, diseño guante, tejido brillante muy favorecedor, el excelentemente llevado por Dafne Fernández, buena actriz y mejor bailarina.
Y de bueno poco más.
No voy a hacer sangre, pero creo que el problema de Adriana Ugarte fueron sus zapatos. Lo digo por experiencia. Esas tiras finísimas sobre el altísimo tacón, clavándose en la piel, como fácilmente se aprecia en la foto, alteran a cualquiera. Un consejo, Adriana. Ponte los zapatos más altos, más elegantes, siempre que estés cómoda. Tú ayer no lo estabas. Y luego ese vestidito, que será muy de firma, pero querida, no era digno de tí en esa ceremonia. La verdad, una birria. Creo que cuando viste a todas las demás te entró pánico. Zapatos que se clavan y vestido playerito en la gala de los Goya. Creo que lo que te pasó fue poco para lo que te podía haber pasado. Si alguien se querella por el gazapo, alega esas dos circunstancias como motivo de alteración grave. Y queréllate contra quien te aconsejó tan mal. ¡Si ni siquiera parecías tú!
Y es que pasan cosas...