publicidad-adpv-rojo.png

Sábado, 19 de Enero de 2013

Actualizado07:25:03

Navegas por Comunidad Mi Perfil pacoaudije

Latest Photos

No hay fotos subidas aún.

Acerca de mi

Información básica

Profesión
Periodista
Nombre y apellidos
Paco Audije
Sobre mi:
Inicios en 1976 en diario "Hoy" (Extremadura, España). 24 años en TVE, especializado en información internacional. Fue 7 años corresponsal en París. Está en el Cté. Ejct. de la FIP, donde fue SG Adjto
Vive en:
España

Grupos

  • No unido a grupos.

My Articles

JomComment

2012-12-05 20:59:04
Gracias Teresa, lo repetiremos.
2012-10-15 21:28:42
http://www.periodistas-es.org/my-blog-dashboard/pa .....
2011-06-06 18:36:34
No me referiré a otros asuntos. Sí a la frase "apa .....
2011-06-01 20:22:49
... Cómo me he reido, Marisa, qué bueno !
pacoaudije

pacoaudije

“Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe”.

Baltasar Gracián
- 10 meses antes
  • Miembro desde
  • Lunes 10 de Enero de 2011 14:22
  • Último acceso
  • ayer
  • Visitas al perfil
  • 4,171 visitas
  • pacoaudije updated a blog entry Facebook & Twitter: ...

                                                                            Dedicado a Daniela Rogoza y Rafael Díaz Arias  

       “Porque escribo  bien”, dijo el tipo con satisfacción. Era media tarde y yo estaba en el legendario Café Comercial (de Madrid), leyendo un par de periódicos (de papel, claro). Me llegaba la conversación de la mesa de al lado. Eran dos chicas jóvenes y tres mozos. El joven satisfecho, según aclaró, acababa de encontrar trabajo (a la pieza o por contrato verdadero, no sé). Su tarea: asumir la personalidad de una cantante conocida (pude saber quién) en Facebook y Twitter. Es decir, lo que antes –no sé si ahora también- se llamaba en el mundo literario “un negro”; es decir, quien escribe en la sombra para otro que es quien firma y asume públicamente el texto. Una vez, en un debate de literatos, oí a Antonio de Senillosa reconocer que tenía un negro; pero añadió: “Aunque el mío, al menos, escribe bien”.

        Pero en ningún momento el tuiteador (o tuiteante) pronunció ese término. Reiteró a sus amigos, eso sí, que le ofrecían el trabajo por ser “experto en redes sociales y buen escritor”. No es poco, en los tiempos que corren, cuando las llamadas redes sociales (electrónicas, informáticas) se prestan también –y puede que más que nunca- al empleo en la sombra. Así que hoy se puede sobrevivir bien como ghostwriter  (en inglés, escritor fantasma), es decir como “negro” de alguien. Dicen que el término en español viene del siglo XIX y del idioma francés; porque quien firmaba era un négrier (el mismo término que para el traficante de esclavos) y quien trabajaba el texto un nègre (término despectivo que describía a los esclavos).    
        El caso es que estos imperios inmateriales de nuevo tipo, como Twitter, fingen despojar la realidad (laboral y artística) de sus aspectos más sombríos. Los esclavos asumen su brillante modernidad. Un tal Jack Dorsey creó twitter, el lema follow your interests y la imposición de 140 caracteres para relatar cualquier asunto. No dan para mucho, pero no hay personaje conocido (o hasta importante) que no crea imprescindible estar ahí. Terrible. 

        Todo se lee rápido en tabletas electrónicas, en las pantallas de ordenadores portátiles o listoteléfonos fulgurantes, en computadoras que parecen inteligentes. Y  el nègre al fondo sin que lo sepamos, en su caverna secreta, trabaja para contarnos cómo evoluciona el mundo; aunque quizá no lo firme y cobre una miseria. Vivirá en la precariedad más feroz; pero él está satisfecho consigo mismo. Los derechos de autor (si los hubiera) serán para su négrier (o négrière, en este caso). 

                                         Facebook y Twitter siempre llegan antes

    ¿Qué nos dirá el joven satisfecho en Twitter?  Intentará, al menos, hacer brillar a su jefa. Querrá hacerla trascendente, impactar, narrar algo en su mini-relatos. ¿Se pueden narrar las revoluciones árabes en 140 caracteres? Evidentemente no, pero no faltan quienes las explican como si no hubieran sido posibles sin Twitter. Eso forma parte de una excelente campaña comercial (planetaria), apenas superada por el Caralibro de Mark Zuckerberg: consiguió que pareciera que uno de sus usuarios había acabado con Bin Laden. Dijeron: Facebook lo contó antes. 
            En realidad, el ingenuo vecino del fundador de Al Qaida apenas relató a sus contactos que era de noche, que había un helicóptero por allí, que veía luces inhabituales y ruido de explosiones. ¿Cómo iba a saber él que el objetivo de aquello era Bin Laden? Pero el departamento comercial de Facebook estuvo atento a infiltrar la idea en los medios de comunicación: Caralibro lo contó al instante, dijeron. Y muchos usuarios de Facebook creyeron brillar un poco más. Pero fueron los marines estadounidenses, obedeciendo órdenes y un plan meticuloso, quienes acabaron con Bin Laden. Y los pueblos árabes quienes se echaron a la calle, como otros muchos pueblos a lo largo de la historia. Si solo se hubiera tratado de Facebook y Twitter, unos cuantos tiranos árabes seguirían en sus puestos, comprando zapatos a sus esposas.    No diré que todo es negativo en las llamadas redes sociales, desde luego que no; pero el fetichismo generalizado hacia ellas es tan molesto como la presión social para que las adoremos. Entre mis próximos, hay quien ha dejado de utilizar el teléfono. Todo lo dicen en (a través de) las redes sociales. Y los que dudamos o cuestionamos aún Facebook o Twitter, nos convertimos en personajes evanescentes. Tampoco disponemos de nègre para restituir nuestro ser a la realidad. 

       Como otras veces, yo ya estoy a punto de traicionarme a mí mismo. Varios (casi) me han convencido de las bondades de Twitter. Pero  antes de sumarme a la corriente quiero insistir en otro aspecto: la falta de novedad histórico-literaria de esa propuesta universal de textos breves. En un rápido vistazo a las estanterías de mis libros (de papel) encuentro tres ejemplos más o menos ilustres…

                     Algunos precursores de Twitter

        Recordaré, por ejemplo a Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), que llamó a sus textos breves “greguerías”. Abro el libro (de papel) editado en Buenos Aires, en 1958. La mayoría de dichas greguerías se contienen en torno a los mágicos 140 caracteres:  “No tiene importancia que el cazador mate un pichón, sino que haya matado un vuelo”.  O bien: “Una cosa que se echa de menos en el mundo y que habrá algún día en las ciudades perfeccionadas es una sala de baños para suicidas”. En únicamente 129 caracteres, guau.  O pensando (obsesivamente) en los halcones del mundo financiero actual: “El grito más agudo de la noche es del gato que se queja de la indigestión de ratones”. Brutal.   

        De esas estanterías siempre a punto de derrumbarse, entresaco también los “Aforismos” de Georg Christoph Lichtenberg, físico y astrónomo del siglo XVIII, jorobado, alemán, dicen que depravado hijo de un pastor y teólogo protestante. Durante 15 años, escribió sus ocurrencias en forma de breves reflexiones que fueron calificadas por Elías Canetti como “el libro más rico de la literatura universal”. Veamos, pensemos en los actuales predicadores de las finanzas  (cámbiese la palabra teólogo por Angela Merkel, Cristine Lagarde o Cristóbal Montoro): “La mayoría de los teólogos defiende sus principios no porque estén convencidos de la verdad de los mismos, sino porque alguna vez la han afirmado”.  Enorme precursor, Lichtenberg, quien –preciso hasta el fin- tuvo una última aventura erótica en su lecho de muerte.  

        Y como vivió en Inglaterra (y en inglés) citaba verdades como puños de un tal Johnson: “That a tavern chair is a the throne of human felicity” (… que la silla de una taberna es el trono de la felicidad). Saludable. O su descripción de la clase política: “Cuatro diputados orinan contra un carruaje, el carruaje parte y los cuatro siguen orinándose unos a otros”. Increíble, en mucho menos de 140 caracteres.    En tercer lugar, citaré a un autor que me descubrió un colega del diario parisino Libération (escuela del mejor periodismo de titulares sintéticos). Se trata de Félix Fénéon (1861-1944), periodista, agitador,  anarquista ilustrado, quizá un poquillo terrorista: no consiguieron probar su culpabilidad en un atentado en el que la principal víctima fue un amigo suyo que perdió un ojo. Pendenciero a veces, provocador de café, es universalmente considerado un gran precursor de Twitter. Sus “Nouvelles en trois lignes” son noticias brevísimas escritas en 1906 en el diario Matin (París), que traspasan su apariencia de información de sucesos. Algunas son ácidas o hilarantes. No pocas resultan difícilmente traducibles, por la ausencia de contexto en la actualidad o por el uso del argot: “Les filles de Brest vendaient de l’illusion sous les auspices aussi de l’opium. Chez plusieurs la police saisit pâte et pipes ». Otras: « Casados hacía tres meses, los Audouy, de Nantes, se suicidaron con láudano, arsénico y un revolver”.    La violencia contra las clases más bajas, el maltrato brutal de las mujeres, el alcoholismo callejero, el desprecio de las prostitutas, los suicidios de los pobres y los delirios de los dirigentes, Fénéon lo describía así: “Por haber lapidado un poquito a los gendarmes, tres piadosas damas de Hérissart son multadas por los jueces de Doullens”. Sus breves y titulares se referían a sucesos verdaderos: “Napoleón, campesino de Saint-Nabord (en los Vosgos), se bebió un litro de alcohol; claro que había puesto un poco de fósforo: por eso murió”. Pensemos en los autores de los escándalos financieros, en cualquiera: “El señor Cauvin, detenido anteayer, fue liberado. Sus denunciantes exageraban. Sencillamente, fue ingenioso para hacerse con el dinero”. El castigo social de los de siempre. “Para evadirse de un manicomio, Madec  hirió a un guarda y mató a un enfermo. Doce años de penal en la audiencia de Rouen”.   
       
       En la lista de los autores de aforismos (ahora precursores de Twitter), anotamos también a otros como Antonio Machado,  François de Rouchefoucauld o a Franz Kafka; pero también a los camareros del madrileño bar El Brillante o a los taxistas de Nueva York (ver “Taxi driver wisdom”, Chronicle Books, 1996): “We are all born poor”, “Trust nobody. You have to get everything on paper”.     En fin, dejaré este texto largo y me entregaré (quizá) definitivamente a Twitter. Me rindo, pero antes citaré de nuevo (Lichtenberg): “Hoy, en todas partes, se trata de extender el conocimiento; quien sabe si -en algunos siglos- no habrá universidades para restablecer la vieja ignorancia”. Vale.    

                         

                                   

    myblog 5 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Facebook & Twitter: ...

                                                                            Dedicado a Daniela Rogoza y Rafael Díaz Arias  

       “Porque escribo  bien”, dijo el tipo con satisfacción. Era media tarde y yo estaba en el legendario Café Comercial (de Madrid), leyendo un par de periódicos (de papel, claro). Me llegaba la conversación de la mesa de al lado. Eran dos chicas jóvenes y tres mozos. El joven satisfecho, según aclaró, acababa de encontrar trabajo (a la pieza o por contrato verdadero, no sé). Su tarea: asumir la personalidad de una cantante conocida (pude saber quién) en Facebook y Twitter. Es decir, lo que antes –no sé si ahora también- se llamaba en el mundo literario “un negro”; es decir, quien escribe en la sombra para otro que es quien firma y asume públicamente el texto. Una vez, en un debate de literatos, oí a Antonio de Senillosa reconocer que tenía un negro; pero añadió: “Aunque el mío, al menos, escribe bien”.
    Pero en ningún momento el tuiteador (o tuiteante) pronunció ese término. Reiteró a sus amigos, eso sí, que le ofrecían el trabajo por ser “experto en redes sociales y buen escritor”. No es poco, en los tiempos que corren, cuando las llamadas redes sociales (electrónicas, informáticas) se prestan también –y puede que más que nunca- al empleo en la sombra. Así que hoy se puede sobrevivir bien como ghostwriter  (en inglés, escritor fantasma), es decir como “negro” de alguien. Dicen que el término en español viene del siglo XIX y del idioma francés; porque quien firmaba era un négrier (el mismo término que para el traficante de esclavos) y quien trabajaba el texto un nègre (término despectivo que describía a los esclavos).    
        El caso es que estos imperios inmateriales de nuevo tipo, como Twitter, fingen despojar la realidad (laboral y artística) de sus aspectos más sombríos. Los esclavos asumen su brillante modernidad. Un tal Jack Dorsey creó twitter, el lema follow your interests y la imposición de 140 caracteres para relatar cualquier asunto. No dan para mucho, pero no hay personaje conocido (o hasta importante) que no crea imprescindible estar ahí. Terrible. 
        Todo se lee rápido en tabletas electrónicas, en las pantallas de ordenadores portátiles o listoteléfonos fulgurantes, en computadoras que parecen inteligentes. Y  el nègre al fondo sin que lo sepamos, en su caverna secreta, trabaja para contarnos cómo evoluciona el mundo; aunque quizá no lo firme y cobre una miseria. Vivirá en la precariedad más feroz; pero él está satisfecho consigo mismo. Los derechos de autor (si los hubiera) serán para su négrier (o négrière, en este caso). 

    Facebook y Twitter siempre llegan antes

    ¿Qué nos dirá el joven satisfecho en Twitter?  Intentará, al menos, hacer brillar a su jefa. Querrá hacerla trascendente, impactar, narrar algo en su mini-relatos. ¿Se pueden narrar las revoluciones árabes en 140 caracteres? Evidentemente no, pero no faltan quienes las explican como si no hubieran sido posibles sin Twitter. Eso forma parte de una excelente campaña comercial (planetaria), apenas superada por el Caralibro de Mark Zuckerberg: consiguió que pareciera que uno de sus usuarios había acabado con Bin Laden. Dijeron: Facebook lo contó antes. En realidad, el ingenuo vecino del fundador de Al Qaida apenas relató a sus contactos que era de noche, que había un helicóptero por allí, que veía luces inhabituales y ruido de explosiones. ¿Cómo iba a saber él que el objetivo de aquello era Bin Laden? Pero el departamento comercial de Facebook estuvo atento a infiltrar la idea en los medios de comunicación: Caralibro lo contó al instante, dijeron. Y muchos usuarios de Facebook creyeron brillar un poco más. Pero fueron los marines estadounidenses, obedeciendo órdenes y un plan meticuloso, quienes acabaron con Bin Laden. Y los pueblos árabes quienes se echaron a la calle, como otros muchos pueblos a lo largo de la historia. Si solo se hubiera tratado de Facebook y Twitter, unos cuantos tiranos árabes seguirían en sus puestos, comprando zapatos a sus esposas.

    No diré que todo es negativo en las llamadas redes sociales, desde luego que no; pero el fetichismo generalizado hacia ellas es tan molesto como la presión social para que las adoremos. Entre mis próximos, hay quien ha dejado de utilizar el teléfono. Todo lo dicen en (a través de) las redes sociales. Y los que dudamos aún si Facebook o Twitter, nos convertimos en personajes evanescentes. Tampoco disponemos de nègre para restituir nuestro ser a la realidad.

    Como otras veces, yo ya estoy a punto de traicionarme a mí mismo. Varios (casi) me han convencido de las bondades de Twitter. Pero  antes de sumarme a la corriente quiero insistir en otro aspecto: la falta de novedad histórico-literaria de esa propuesta universal de textos breves. En un rápido vistazo a las estanterías de mis libros (de papel) encuentro tres ejemplos más o menos ilustres…

    Algunos precursores de Twitter

    Recordaré, por ejemplo a Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), que llamó a sus textos breves “greguerías”. Abro el libro (de papel) editado en Buenos Aires, en 1958. La mayoría de dichas greguerías se contienen en torno a los mágicos 140 caracteres:  “No tiene importancia que el cazador mate un pichón, sino que haya matado un vuelo”.  O bien: “Una cosa que se echa de menos en el mundo y que habrá algún día en las ciudades perfeccionadas es una sala de baños para suicidas”. En únicamente 129 caracteres, guau.  O pensando (obsesivamente) en los halcones del mundo financiero actual: “El grito más agudo de la noche es del gato que se queja de la indigestión de ratones”. Brutal.

    De esas estanterías siempre a punto de derrumbarse, entresaco también los “Aforismos” de Georg Christoph Lichtenberg, físico y astrónomo del siglo XVIII, jorobado, alemán, dicen que depravado hijo de un pastor y teólogo protestante. Durante 15 años, escribió sus ocurrencias en forma de breves reflexiones que fueron calificadas por Elías Canetti como “el libro más rico de la literatura universal”. Veamos, pensemos en los actuales predicadores de las finanzas  (cámbiese la palabra teólogo por Angela Merkel, Cristine Lagarde o Cristóbal Montoro): “La mayoría de los teólogos defiende sus principios no porque estén convencidos de la verdad de los mismos, sino porque alguna vez la han afirmado”.  Enorme precursor, Lichtenberg, quien –preciso hasta el fin- tuvo una última aventura erótica en su lecho de muerte.  

    Y como vivió en Inglaterra (y en inglés) citaba verdades como puños de un tal Johnson: “That a tavern chair is a the throne of human felicity” (… que la silla de una taberna es el trono de la felicidad). Saludable. O su descripción de la clase política: “Cuatro diputados orinan contra un carruaje, el carruaje parte y los cuatro siguen orinándose unos a otros”. Increíble, en mucho menos de 140 caracteres.

    En tercer lugar, citaré a un autor que me descubrió un colega del diario parisino Libération (escuela del mejor periodismo de titulares sintéticos). Se trata de Félix Fénéon (1861-1944), periodista, agitador,  anarquista ilustrado, quizá un poquillo terrorista: no consiguieron probar su culpabilidad en un atentado en el que la principal víctima fue un amigo suyo que perdió un ojo. Pendenciero a veces, provocador de café, es universalmente considerado un gran precursor de Twitter. Sus “Nouvelles en trois lignes” son noticias brevísimas escritas en 1906 en el diario Matin (París), que traspasan su apariencia de información de sucesos. Algunas son ácidas o hilarantes. No pocas resultan difícilmente traducibles, por la ausencia de contexto en la actualidad o por el uso del argot: “Les filles de Brest vendaient de l’illusion sous les auspices aussi de l’opium. Chez plusieurs la police saisit pâte et pipes ». Otras: « Casados hacía tres meses, los Audouy, de Nantes, se suicidaron con láudano, arsénico y un revolver”.

    La violencia contra las clases más bajas, el maltrato brutal de las mujeres, el alcoholismo callejero, el desprecio de las prostitutas, los suicidios de los pobres y los delirios de los dirigentes, Fénéon lo describía así: “Por haber lapidado un poquito a los gendarmes, tres piadosas damas de Hérissart son multadas por los jueces de Doullens”. Sus breves y titulares se referían a sucesos verdaderos: “Napoleón, campesino de Saint-Nabord (en los Vosgos), se bebió un litro de alcohol; claro que había puesto un poco de fósforo: por eso murió”. Pensemos en los autores de los escándalos financieros, en cualquiera: “El señor Cauvin, detenido anteayer, fue liberado. Sus denunciantes exageraban. Sencillamente, fue ingenioso para hacerse con el dinero”. El castigo social de los de siempre. “Para evadirse de un manicomio, Made  hirió a un guarda y mató a un enfermo. Doce años de penal en la audiencia de Rouen”.

    En la lista de los autores de aforismos (ahora precursores de Twitter), anotamos también a otros como Antonio Machado,  François de Rouchefoucauld o a Franz Kafka; pero también a los camareros del madrileño bar El Brillante o a los taxistas de Nueva York (ver “Taxi driver wisdom”, Chronicle Books, 1996): “We are all born poor”, “Trust nobody. You have to get everything on paper”.

    En fin, dejaré este texto largo y me entregaré (quizá) definitivamente a Twitter. Me rindo, pero antes citaré de nuevo (Lichtenberg): “Hoy, en todas partes, se trata de extender el conocimiento; quien sabe si -en algunos siglos- no habrá universidades para restablecer la vieja ignorancia”. Vale.    

                         

                                    Dedicado a Daniela Rogoza y Rafael Díaz Arias

     

    Porque escribo  bien”, dijo el tipo con satisfacción. Era media tarde y yo estaba en el legendario Café Comercial (de Madrid), leyendo un par de periódicos (de papel, claro). Me llegaba la conversación de la mesa de al lado. Eran dos chicas jóvenes y tres mozos. El joven satisfecho, según aclaró, acababa de encontrar trabajo (a la pieza o por contrato verdadero, no sé). Su tarea: asumir la personalidad de una cantante conocida (pude saber quién) en Facebook y Twitter. Es decir, lo que antes –no sé si ahora también- se llamaba en el mundo literario “un negro”; es decir, quien escribe en la sombra para otro que es quien firma y asume públicamente el texto. Una vez, en un debate de literatos, oí a Antonio de Senillosa reconocer que tenía un negro; pero añadió: “Aunque el mío, al menos, escribe bien”.

     Pero en ningún momento el tuiteador (o tuiteante) pronunció ese término. Reiteró a sus amigos, eso sí, que le ofrecían el trabajo por ser “experto en redes sociales y buen escritor”. No es poco, en los tiempos que corren, cuando las llamadas redes sociales (electrónicas, informáticas) se prestan también –y puede que más que nunca- al empleo en la sombra. Así que hoy se puede sobrevivir bien como ghostwriter  (en inglés, escritor fantasma), es decir como “negro” de alguien. Dicen que el término en español viene del siglo XIX y del idioma francés; porque quien firmaba era un négrier (el mismo término que para el traficante de esclavos) y quien trabajaba el texto un nègre (término despectivo que describía a los esclavos).

    El caso es que estos imperios inmateriales de nuevo tipo, como Twitter, fingen despojar la realidad (laboral y artística) de sus aspectos más sombríos. Los esclavos asumen su brillante modernidad. Un tal Jack Dorsey creó twitter, el lema follow your interests y la imposición de 140 caracteres para relatar cualquier asunto. No dan para mucho, pero no hay personaje conocido (o hasta importante) que no crea imprescindible estar ahí. Terrible.

    En el telediario de TVE-1 (13 de enero), un profesor se vanagloria de colaborar con sus alumnospara tratar de en “resumir” el Quijote en 74 tuits (uno por capítulo). Podría decir “destrozar”, porque la  tenacidad, la paciencia y la complejidad escasean en el aprendizaje adolescente. De resúmenes, están las sepulturas llenas (en forma de epitafio).

    Todo se lee rápido en tabletas electrónicas, en las pantallas de ordenadores portátiles o listoteléfonos fulgurantes, en computadoras que parecen inteligentes. Y  el nègre al fondo sin que lo sepamos, en su caverna secreta, trabaja para contarnos cómo evoluciona el mundo; aunque quizá no lo firme y cobre una miseria. Vivirá en la precariedad más feroz; pero él está satisfecho consigo mismo. Los derechos de autor (si los hubiera) serán para su négrier (o négrière, en este caso).

     

     

    Facebook y Twitter siempre llegan antes

    ¿Qué nos dirá el joven satisfecho en Twitter?  Intentará, al menos, hacer brillar a su jefa. Querrá hacerla trascendente, impactar, narrar algo en su mini-relatos. ¿Se pueden narrar las revoluciones árabes en 140 caracteres? Evidentemente no, pero no faltan quienes las explican como si no hubieran sido posibles sin Twitter. Eso forma parte de una excelente campaña comercial (planetaria), apenas superada por el Caralibro de Mark Zuckerberg: consiguió que pareciera que uno de sus usuarios había acabado con Bin Laden. Dijeron: Facebook lo contó antes. En realidad, el ingenuo vecino del fundador de Al Qaida apenas relató a sus contactos que era de noche, que había un helicóptero por allí, que veía luces inhabituales y ruido de explosiones. ¿Cómo iba a saber él que el objetivo de aquello era Bin Laden? Pero el departamento comercial de Facebook estuvo atento a infiltrar la idea en los medios de comunicación: Caralibro lo contó al instante, dijeron. Y muchos usuarios de Facebook creyeron brillar un poco más. Pero fueron los marines estadounidenses, obedeciendo órdenes y un plan meticuloso, quienes acabaron con Bin Laden. Y los pueblos árabes quienes se echaron a la calle, como otros muchos pueblos a lo largo de la historia. Si solo se hubiera tratado de Facebook y Twitter, unos cuantos tiranos árabes seguirían en sus puestos, comprando zapatos a sus esposas.

    No diré que todo es negativo en las llamadas redes sociales, desde luego que no; pero el fetichismo generalizado hacia ellas es tan molesto como la presión social para que las adoremos. Entre mis próximos, hay quien ha dejado de utilizar el teléfono. Todo lo dicen en (a través de) las redes sociales. Y los que dudamos aún si Facebook o Twitter, nos convertimos en personajes evanescentes. Tampoco disponemos de nègre para restituir nuestro ser a la realidad.

    Como otras veces, yo ya estoy a punto de traicionarme a mí mismo. Varios (casi) me han convencido de las bondades de Twitter. Pero  antes de sumarme a la corriente quiero insistir en otro aspecto: la falta de novedad histórico-literaria de esa propuesta universal de textos breves. En un rápido vistazo a las estanterías de mis libros (de papel) encuentro tres ejemplos más o menos ilustres…

    Algunos precursores de Twitter

    Recordaré, por ejemplo a Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), que llamó a sus textos breves “greguerías”. Abro el libro (de papel) editado en Buenos Aires, en 1958. La mayoría de dichas greguerías se contienen en torno a los mágicos 140 caracteres:  “No tiene importancia que el cazador mate un pichón, sino que haya matado un vuelo”.  O bien: “Una cosa que se echa de menos en el mundo y que habrá algún día en las ciudades perfeccionadas es una sala de baños para suicidas”. En únicamente 129 caracteres, guau.  O pensando (obsesivamente) en los halcones del mundo financiero actual: “El grito más agudo de la noche es del gato que se queja de la indigestión de ratones”. Brutal.

    De esas estanterías siempre a punto de derrumbarse, entresaco también los “Aforismos” de Georg Christoph Lichtenberg, físico y astrónomo del siglo XVIII, jorobado, alemán, dicen que depravado hijo de un pastor y teólogo protestante. Durante 15 años, escribió sus ocurrencias en forma de breves reflexiones que fueron calificadas por Elías Canetti como “el libro más rico de la literatura universal”. Veamos, pensemos en los actuales predicadores de las finanzas  (cámbiese la palabra teólogo por Angela Merkel, Cristine Lagarde o Cristóbal Montoro): “La mayoría de los teólogos defiende sus principios no porque estén convencidos de la verdad de los mismos, sino porque alguna vez la han afirmado”.  Enorme precursor, Lichtenberg, quien –preciso hasta el fin- tuvo una última aventura erótica en su lecho de muerte.  

    Y como vivió en Inglaterra (y en inglés) citaba verdades como puños de un tal Johnson: “That a tavern chair is a the throne of human felicity” (… que la silla de una taberna es el trono de la felicidad). Saludable. O su descripción de la clase política: “Cuatro diputados orinan contra un carruaje, el carruaje parte y los cuatro siguen orinándose unos a otros”. Increíble, en mucho menos de 140 caracteres.

    En tercer lugar, citaré a un autor que me descubrió un colega del diario parisino Libération (escuela del mejor periodismo de titulares sintéticos). Se trata de Félix Fénéon (1861-1944), periodista, agitador,  anarquista ilustrado, quizá un poquillo terrorista: no consiguieron probar su culpabilidad en un atentado en el que la principal víctima fue un amigo suyo que perdió un ojo. Pendenciero a veces, provocador de café, es universalmente considerado un gran precursor de Twitter. Sus “Nouvelles en trois lignes” son noticias brevísimas escritas en 1906 en el diario Matin (París), que traspasan su apariencia de información de sucesos. Algunas son ácidas o hilarantes. No pocas resultan difícilmente traducibles, por la ausencia de contexto en la actualidad o por el uso del argot: “Les filles de Brest vendaient de l’illusion sous les auspices aussi de l’opium. Chez plusieurs la police saisit pâte et pipes ». Otras: « Casados hacía tres meses, los Audouy, de Nantes, se suicidaron con láudano, arsénico y un revolver”.

    La violencia contra las clases más bajas, el maltrato brutal de las mujeres, el alcoholismo callejero, el desprecio de las prostitutas, los suicidios de los pobres y los delirios de los dirigentes, Fénéon lo describía así: “Por haber lapidado un poquito a los gendarmes, tres piadosas damas de Hérissart son multadas por los jueces de Doullens”. Sus breves y titulares se referían a sucesos verdaderos: “Napoleón, campesino de Saint-Nabord (en los Vosgos), se bebió un litro de alcohol; claro que había puesto un poco de fósforo: por eso murió”. Pensemos en los autores de los escándalos financieros, en cualquiera: “El señor Cauvin, detenido anteayer, fue liberado. Sus denunciantes exageraban. Sencillamente, fue ingenioso para hacerse con el dinero”. El castigo social de los de siempre. “Para evadirse de un manicomio, Made  hirió a un guarda y mató a un enfermo. Doce años de penal en la audiencia de Rouen”.

    En la lista de los autores de aforismos (ahora precursores de Twitter), anotamos también a otros como Antonio Machado,  François de Rouchefoucauld o a Franz Kafka; pero también a los camareros del madrileño bar El Brillante o a los taxistas de Nueva York (ver “Taxi driver wisdom”, Chronicle Books, 1996): “We are all born poor”, “Trust nobody. You have to get everything on paper”.

    En fin, dejaré este texto largo y me entregaré (quizá) definitivamente a Twitter. Me rindo, pero antes citaré de nuevo (Lichtenberg): “Hoy, en todas partes, se trata de extender el conocimiento; quien sabe si -en algunos siglos- no habrá universidades para restablecer la vieja ignorancia”. Vale.    

    myblog 5 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry 2012, año altamente ...

    MEX-Ya-BastaSegún Reporteros Sin Fronteras (RSF), el número de periodistas asesinados en 2012 subió un 33 % con respecto al año anterior. RSF da la cifra de 88 periodistas fallecidos violentamente por ejercer su oficio. Esa ONG internacional señala que otros 47 ciudadanos que utilizaban la Red para informar, aunque no fueran profesionales de la información, también perdieron la vida por hacerlo.

     Y otras seis personas, que trabajaban para los medios, estuvieron en el mismo caso en 2012. En realidad, eso hace un total de 141 víctimas, además de un número de casi 900 detenidos, de otros dos centenares encarcelados, de unos dos mil que sufrieron ataques de distinta índole. A ellos se añaden los que tuvieron que partir al exilio, los secuestrados, los autores de bitácoras (blogs) que tuvieron problemas y sufrieron arrestos de distintos niveles. Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que hace su lista de manera también muy meticulosa y contando con la ayuda de su amplia red de organizaciones afiliadas en todo el mundo, denuncia 121 asesinados y otros 30 que murieron por enfermedad o accidente relacionados con el trabajo periodístico. Eso nos da la misma cifra inicial de RSF, 141 muertos violentamente por causa del ejercicio de la profesión. Una cifra enorme que debería hacer reflexionar a quienes chillan estúpidamente en la calle a los profesionales, camarógrafos, periodistas o fotógrafos, culpándoles de las manipulaciones de sus jefes y de los propietarios de los medios. Gritan a esos reporteros sin saber nada de sus duras condiciones de trabajo, de los contratos laborales restrictivos, dañinos, o de la ausencia de toda contratación legal o –desde luego- cada vez menos bajo el amparo de la negociación colectiva.

    La información resulta muy cara para los trabajadores de la información y los que reaccionan ante los medios deberían tener en cuenta ese coste humano. Si alguien nos intoxica en un restaurante, probablemente el último culpable posible es el camarero. En los medios de comunicación, sucede algo parecido. Y el cliente del restaurante, como el de los medios, puede tener un cómplice en el camarero; en los medios puede ser el periodista o ese fotógrafo que transmitirá nuestro punto de vista, a poco que le ayudemos a hacerlo. Él siempre tiene una pelea en el interior de su redacción, ante sus editores, para imponer una visión certera ante una línea editorial que puede buscar bloquear el reflejo de la realidad o el análisis más honesto.

     No siempre es una pelea perdida, si le ayudamos un poco. Hasta el diario más conservador transmite los movimientos sociales si se ve obligado a ello. Eso ya es positivo. Eso ya es mejor que el silencio. El periodismo sufre una fase de despidos, precariedad laboral, ataques de todo tipo. Si el ciudadano no es consciente de ello y ataca a los profesionales de los medios que están en la calle (que no tienen que ver con el tertuliano manipulador o el comentarista de lujo), con frecuencia no ayuda al periodista que trabaja la verdad, ni al reportero gráfico que la refleja. Ese ciudadano, sin saberlo, está apoyando la falta de calidad informativa, la información manipulada, los despidos colectivos en los medios. Una baja calidad de la información barata que utiliza los medios para llevar el agua al molino de los conglomerados, donde unos jefes eternos (póngase el rostro que se desee) ejecutan esos planes de Antoñita la Fantástica con el lema: “los periodistas no son necesarios en nuestro tiempo”.

    La democracia, claro, sufre con ese descrédito de todos. Adaptarse a las nuevas tecnologías, a los nuevos tiempos, no consiste en destruir la información de calidad, la que explica la realidad social en sus entresijos. Esa información de calidad no sólo cuesta dinero, como dicen los manipuladores: cuesta la sangre de los trabajadores de la información, sobre todo en sus niveles menos estridentes. En su comunicado de hoy, la FIP define 2012 como uno de los años “más sangrientos” del último período histórico del periodismo. Y el presidente de la FIP, Jim Boumelha, lo señala así: “No hay duda de que este nivel elevadísimo de periodistas asesinados se ha convertido en un rasgo constante de la última década, durante la cual la reacción habitual de las Naciones Unidas y de los gobiernos apenas ha consistido en unas pocas palabras de condena, una investigación somera y un indiferente desdén".

    Ante ello, la FIP ha logrado que –al menos- haya una legalidad internacional de protección de los periodistas en situaciones de conflicto (esencialmente, la resolución 1738 y el Plan de Seguridad para Periodistas de la ONU). Pero las buenas palabras sirven de poco si no persistimos en la denuncia.

    "Ahora miramos hacia el Plan de la ONU sobre seguridad de los periodistas y contra la impunidad para que se cumpla ese mandato", añadió Beth Costa, Secretaria General de la FIP: "La situación es tan desesperada que la inacción no es posible".

    En la lista, el país más mortífero para los periodistas fue Siria, seguido de Somalia. En el listado, sigue apareciendo tan mal situado como en años anteriores México. Allí, las víctimas son casi siempre periodistas de medios locales; aquellos en los que basan su relato informativo los grandes medios. Esos periodistas caen por la forma más primaria de censura: por las balas que los convierten en objetivo de los sicarios, a su vez pagados por políticos corruptos o clanes mafiosos. ¿Alguien es consciente de que culpar a esos periodistas cuando están en la calle es ayudar a los que pagan a quienes aprietan el gatillo?

    Tanto la FIP (que publicará su informe completo dentro de pocos días) como RSF luchan permanentemente contra la impunidad de esos crímenes. No olvidarlos es esencial. Echen ustedes un vistazo a los listados de víctimas, lean unos cuantos casos. Y aunque les parezca inútil, nunca lo es. Podríamos citar casos concretos de lo útil que resulta recordar los detalles en la lucha contra la impunidad. Por eso, quiero recordar aquí a esas víctimas, a todas ellas, cuando termina este maldito 2012.

    Información de la FIP:

    Información de la UNESCO sobre la resolución 1738 y el Día Mundial de la Libertad de Prensa:

    Informe completo de la FIP en 2011:

    Información de RSF:

     

     

    myblog 19 días antes
  • pacoaudije created a blog entry 2012, año altamente ...

    Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), el número de periodistas asesinados en 2012 subió un 33 % con respecto al año anterior. RSF da la cifra de 88 periodistas fallecidos violentamente por ejercer su oficio. Esa ONG internacional señala que otros 47 ciudadanos que utilizaban la Red para informar, aunque no fueran profesionales de la información, también perdieron la vida por hacerlo.

     Y otras seis personas, que trabajaban para los medios, estuvieron en el mismo caso en 2012. En realidad, eso hace un total de 141 víctimas, además de un número de casi 900 detenidos, de otros dos centenares encarcelados, de unos dos mil que sufrieron ataques de distinta índole. A ellos se añaden los que tuvieron que partir al exilio, los secuestrados, los autores de bitácoras (blogs) que tuvieron problemas y sufrieron arrestos de distintos niveles. Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que hace su lista de manera también muy meticulosa y contando con la ayuda de su amplia red de organizaciones afiliadas en todo el mundo, denuncia 121 asesinados y otros 30 que murieron por enfermedad o accidente relacionados con el trabajo periodístico. Eso nos da la misma cifra inicial de RSF, 141 muertos violentamente por causa del ejercicio de la profesión. Una cifra enorme que debería hacer reflexionar a quienes chillan estúpidamente en la calle a los profesionales, camarógrafos, periodistas o fotógrafos, culpándoles de las manipulaciones de sus jefes y de los propietarios de los medios. Gritan a esos reporteros sin saber nada de sus duras condiciones de trabajo, de los contratos laborales restrictivos, dañinos, o de la ausencia de toda contratación legal o –desde luego- cada vez menos bajo el amparo de la negociación colectiva.

    La información resulta muy cara para los trabajadores de la información y los que reaccionan ante los medios deberían tener en cuenta ese coste humano. Si alguien nos intoxica en un restaurante, probablemente el último culpable posible es el camarero. En los medios de comunicación, sucede algo parecido. Y el cliente del restaurante, como el de los medios, puede tener un cómplice en el camarero; en los medios puede ser el periodista o ese fotógrafo que transmitirá nuestro punto de vista, a poco que le ayudemos a hacerlo. Él siempre tiene una pelea en el interior de su redacción, ante sus editores, para imponer una visión certera ante una línea editorial que puede buscar bloquear el reflejo de la realidad o el análisis más honesto.

     No siempre es una pelea perdida, si le ayudamos un poco. Hasta el diario más conservador transmite los movimientos sociales si se ve obligado a ello. Eso ya es positivo. Eso ya es mejor que el silencio. El periodismo sufre una fase de despidos, precariedad laboral, ataques de todo tipo. Si el ciudadano no es consciente de ello y ataca a los profesionales de los medios que están en la calle (que no tienen que ver con el tertuliano manipulador o el comentarista de lujo), con frecuencia no ayuda al periodista que trabaja la verdad, ni al reportero gráfico que la refleja. Ese ciudadano, sin saberlo, está apoyando la falta de calidad informativa, la información manipulada, los despidos colectivos en los medios. Una baja calidad de la información barata que utiliza los medios para llevar el agua al molino de los conglomerados, donde unos jefes eternos (póngase el rostro que se desee) ejecutan esos planes de Antoñita la Fantástica con el lema: “los periodistas no son necesarios en nuestro tiempo”.

    La democracia, claro, sufre con ese descrédito de todos. Adaptarse a las nuevas tecnologías, a los nuevos tiempos, no consiste en destruir la información de calidad, la que explica la realidad social en sus entresijos. Esa información de calidad no sólo cuesta dinero, como dicen los manipuladores: cuesta la sangre de los trabajadores de la información, sobre todo en sus niveles menos estridentes. En su comunicado de hoy, la FIP define 2012 como uno de los años “más sangrientos” del último período histórico del periodismo. Y el presidente de la FIP, Jim Boumelha, lo señala así: “No hay duda de que este nivel elevadísimo de periodistas asesinados se ha convertido en un rasgo constante de la última década, durante la cual la reacción habitual de las Naciones Unidas y de los gobiernos apenas ha consistido en unas pocas palabras de condena, una investigación somera y un indiferente desdén".

    Ante ello, la FIP ha logrado que –al menos- haya una legalidad internacional de protección de los periodistas en situaciones de conflicto (esencialmente, la resolución 1738 y el Plan de Seguridad para Periodistas de la ONU). Pero las buenas palabras sirven de poco si no persistimos en la denuncia.

    "Ahora miramos hacia el Plan de la ONU sobre seguridad de los periodistas y contra la impunidad para que se cumpla ese mandato", añadió Beth Costa, Secretaria General de la FIP: "La situación es tan desesperada que la inacción no es posible".

    En la lista, el país más mortífero para los periodistas fue Siria, seguido de Somalia. En el listado, sigue apareciendo tan mal situado como en años anteriores México. Allí, las víctimas son casi siempre periodistas de medios locales; aquellos en los que basan su relato informativo los grandes medios. Esos periodistas caen por la forma más primaria de censura: por las balas que los convierten en objetivo de los sicarios, a su vez pagados por políticos corruptos o clanes mafiosos. ¿Alguien es consciente de que culpar a esos periodistas cuando están en la calle es ayudar a los que pagan a quienes aprietan el gatillo?

    Tanto la FIP (que publicará su informe completo dentro de pocos días) como RSF luchan permanentemente contra la impunidad de esos crímenes. No olvidarlos es esencial. Echen ustedes un vistazo a los listados de víctimas, lean unos cuantos casos. Y aunque les parezca inútil, nunca lo es. Podríamos citar casos concretos de lo útil que resulta recordar los detalles en la lucha contra la impunidad. Por eso, quiero recordar aquí a esas víctimas, a todas ellas, cuando termina este maldito 2012.

    Información de la FIP:

    http://www.ifj.org/es/articles/la-fip-pide-de-nuevo-a-la-onu-y-a-los-gobiernos-que-terminen-con-la-matanza-de-periodistas-121-fueron-asesinados-en-un-sangriento-2012

    Información de la UNESCO sobre la resolución 1738 y el Día Mundial de la Libertad de Prensa:

    http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/flagship-project-activities/world-press-freedom-day/previous-celebrations/worldpressfreedomday2009000/themes/impunity-of-crimes-committed-against-journalists/

    Informe completo de la FIP en 2011:

    http://www.ifj.org/assets/banners/199/135/06256c7-87dbd87.pdf

    Información de RSF:

    http://es.rsf.org/el-barometro-de-la-libertad-de-prensa-periodistas-muertos.html?annee=2012

     

     

    myblog 19 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Yugoslavia : el bala...

    Les victimes serbes ignorées par la justice internationale” (escrito por Pierre Hazan, Le Monde, 14 de diciembre de 2012). Un amigo corresponsal en Francia me señala ese titular. Sabe que como periodista me tocó ocuparme de los Balcanes y que -desde entonces- nunca perdí el interés por el desarrollo histórico de aquella parte de Europa, espejo verdadero de la mayoría de los nacionalismos. En ese artículo se considera la liberación de los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markač, condenados en primera instancia a 24 años de cárcel, como la ruina de la credibilidad del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY).
    Los crímenes de los que eran acusados tenían que ver con la ofensiva croata que empujó a más de 200.000 serbios a huir de territorios en los que habían vivido ancestralmente, en la provincia croata de Krajina. Las razones jurídicas del tribunal se pueden leer en “The Appeals Chamber Judgment of Gotovina and Mladen Markač ” (escrito por Joseph W. Davids, en The (New) International Law, 3 de diciembre de 2012).  Por el contrario, hay que subrayar que además del fiscal, dos de los cinco magistrados del tribunal expresaron su rechazo de la absolución en votos particulares. 

    Víctimas ignoradas y responsables convertidos en héroes

    Pierre Hazan, vinculado al Grupo Internacional de Contacto relativo al conflicto vasco, subraya que la absolución subsiguiente, el pasado 29 de noviembre, de Ramush Haradinaj, ex primer ministro kosovar y antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK, según sus siglas en albanés), se contrapone también a la condena a perpetuidad (el 12 de diciembre) del general serbo-bosnio  Zdravko Tolimir, brazo derecho de Ratko Mladic. Todo esto sirve a numerosas voces hoy para denunciar o sugerir la parcialidad del TPIY. Sin embargo, la justicia no consiste en igualar a cualquier precio responsabilidades no siempre iguales.

    Y tampoco es cierto que ningún serbio haya sido condenado por crímenes contra otros pueblos de la ex Yugoslavia. El hecho es que todos –TODOS- los incluidos en la lista establecida de perseguidos y prófugos por el TPIY han sido capturados y procesados. Nunca faltaron para ellos las garantías procesales adecuadas. Casi un tercio era de origen croata, albanokosovar o bosnio, no serbio. 126 de 161 de la lista ya han tenido sentencia; el resto la espera o está siendo juzgado. El último fugado fue arrestado  en julio de 2011: Goran Hadžić, presunto corresponsable de la matanza de enfermos en el hospital de Vukovar.  ¿Hay que recordar ahora que ya se repitió mil veces que los más señalados responsables militares y políticos NUNCA serían juzgados? Ratko Mladić está en la cárcel y su juicio continúa. Lo mismo sucede con Radovan Karadžić. Slobodan Milošević murió por un problema cardiaco en prisión, después de rechazar tratamiento médico adecuado y de que insistiera en auto medicarse.

    De modo que creo que hay que considerar tanto ese aspecto –positivamente- como la parte más negativa: los absueltos por el TPIY siempre han sido recibidos como héroes en sus respectivos puntos de origen (Croacia, Kosovo o Belgrado): el recibimiento de Gotovina y Markač en Zagreb, el de Haradinaj en Prístina, deben preocupar tanto como la acogida ofrecida a su regreso a la ex presidenta de la República Srpska, Biljana Plavšić, que está en libertad y solo cumplió 2/3 de su relativamente reducida condena. Si se habla de víctimas ignoradas, es peligroso insistir únicamente en una parte. Desgraciadamente, así funciona con frecuencia el discurso mayoritario en aquella región de Europa. Y de ahí surgen  periódicos ajustes sangrientos.   

    Situaré las sentencias de Haradinaj, Gotovina y Markac, también chocante para dos de los jueces del tribunal, en otro terreno: ¿sus contenidos invalidan totalmente al TPIY? ¿El bombardeo de Dresde en la II Guerra Mundial invalidó las acusaciones por el holocausto? Es terrible que se plantee ese dilema. Pero ese planteamiento sin más, el de que las víctimas serbias han sido ignoradas, es un discurso que se ha repetido en una cierta prensa, sobre todo en Francia y Rusia. Llamativamente, esas  fueron potencias aliadas de la Serbia histórica, mientras Croacia y Eslovenia pertenecían al ámbito de influencia germánico-austriaco. Es curioso como esas viejas realidades siguen plasmándose en noticias actuales. Incluso sugerir lo contrario es espinoso. Porque si lo llevamos al terreno contrario, ¿se debería haber liberado al jefe de los servicios de inteligencia serbo-bosnios durante la matanza de Srebrenica, el citado Zdravko Tolimir, coautor de la mayor matanza en Europa desde la II Guerra Mundial, para probar y recobrar la credibilidad del TPIY?  Para contestar en palabras de Robert Kaplan (“Los fantasmas balcánicos”), hay que recordar que Yugoslavia fue “una historia de sutilezas que se resistía a ser condensada en las páginas de los periódicos”. 

    Un pasado de tumbas muy pobladas

    En ese sentido, el trío “víctimas-serbias-ignoradas” puede ser certero, pero se convierte asimismo en una clave fundamental, que sirve a determinados sectores del nacionalismo (serbio, croata, kosovar, etcétera) para preparar nuevos brotes de sangre a partir de injusticias sufridas (de verdad) por los suyos. De modo que la demanda de que se haga justicia completa, se convierte en un elemento fundamental para revivir los dramas legendarios del pasado. La historia es siempre injusta, dicen, con el pueblo serbio. Y el mecanismo balcánico, no sólo serbio, parece funcionar según una ley que parte del “olvido injusto” de “nuestras” víctimas para reforzar las bases del futuro heroico de “nuestro” pueblo (póngase el nombre del que se desee). Todo intercalado con períodos de paz en los que se vuelve a cocer el relato de las injusticias (ciertas) sufridas por los pueblos protagonistas.  “Las tumbas de nuestros héroes están más pobladas que nuestras ciudades”, dijo en los años 30 el escritor serbio Jovan Ducic.

    En mi período de enviado especial a Kosovo, años 1998 a 2000, también yo sufrí temporalmente una especie de arrebato o “propósito de enmienda informativa”, que me condujo a jornadas en las que me proponía elaborar noticias más centradas en las víctimas serbias, para compensar la tendencia entonces general a referirse a los incendios y muertes de los albano-kosovares. Aquello le deja a uno más tocado de lo que puede confesarse. La victimización/diabolización  termina allí -periódicamente–  en un baño de sangre. Esos son los hechos que se apoyan siempre en precauciones y matizaciones. En 2010, por ejemplo, el parlamento de Serbia, aprobó pedir disculpas por la matanza de Srebrenica. Lo hizo a instancias de la Unión Europea, pero hubo 127 votos a favor en una cámara de 250 diputados. Y el texto aprobado añadía una reclamación añadida para que croatas, kosovares y bosnios pidiera -a su vez- perdón “por las víctimas serbias”.

    De modo que regreso a aquel tiempo terrible –como un condenado- para recordar que  “Yugoslavia no se deterioró de repente, sino metódicamente, paso a paso a lo largo de la década de los ochenta, empobreciéndose, degradándose, alimentando el odio año tras año” (Kaplan). Los tribunales deberían castigar todas las injusticias, pero quizá no sirvan para extinguir todas las brasas de determinados odios.   Y el problema en los Balcanes, más que en otras geografías quizá, es que siempre quedan víctimas por reivindicar y que pocos parecen dispuestos a cerrar el capítulo anterior. Desde luego, mucho menos, a recordar que el principio de la tragedia “histórica” de esas víctimas tiene que ver –principalmente- con sus propios dirigentes políticos.  Y con una ideología nacionalista que funciona como espiral irresistible hasta que logra urbanizar una parte de los territorios en disputa mediante la construcción de populosos cementerios.

    Tribunales y herencias ideológicas

    El Tribunal de Nüremberg quizá fue limitado, incluso injusto desde algunos puntos de vista; pero no en su generalidad. Los culpables del castigo sufrido por el pueblo alemán (de los desplazamientos de las poblaciones alemanes del Este, de bombardeos inmisericordes como Dresde o de las centenares de violaciones en el Berlín recién ocupado por los soviéticos) fueron -en primer lugar- sus propios líderes y el virus del nazismo. ¿Ignoró el tribunal de Nüremberg a las víctimas alemanas? ¿No procedía la desnazificación? Ante los conflictos balcánicos más cercanos, hay que hacerse las mismas preguntas sustituyendo Nüremberg por TPIY y desnazificación por desmontaje paciente “de las sutilezas” de los odios nacionalistas.

    Todas las víctimas son víctimas y a muchas, serbias u otras, no se les hará justicia. Nunca al cien por cien. Lo peor es que las víctimas reales sirven siempre allí –y en menor medida en otros lugares de Europa- para alimentar victimismos legendarios que –a su vez- generarán nuevas víctimas verdaderas en el futuro. Un futuro que el escritor serbio Vuk Stefanonovic Karadzic, llamó hace décadas  “el tiempo en el que cada uno vengará la sangre de sus antepasados”. Sin que tengamos que aceptar la argumentación jurídica de los casos Gotovina y otros, tampoco se puede considerar negativo el balance global del TPIY. Y creo que existe una responsabilidad mayor, múltiple y de otro orden: deshabilitar total, ideológica, políticamente, a los nacionalismos étnicos. Ese es el problema principal de origen. El malhadado autor serbio Danilo Kis (“Una tumba para Boris Davidovich”) se refería a ello sencillamente como “la peste psicológica”. Las víctimas de esa plaga lo vuelven a incubar un día y otro, inconscientemente, en masa y no siempre desde una ignorancia generalizada. 

     Sobre la sentencia Gotovina/ Markač:
    http://thenewinternationallaw.wordpress.com/tag/international-criminal-tribunal-for-the-former-yugoslavia/

    Sobre los antecedentes y el caso Ratko Mladić: http://www.periodistas-es.org/my-blog-dashboard/pacoaudije/ratko-mladic-la-compleja-desarticulacion-de-odios-y-errores-suicidas

    myblog 32 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Francia: un cierto m...

    Lo que voy a escribir irritará a varios de mis amigos españoles y franceses. Para los lectores ajenos, debo aclarar que por razones diversas, personales y profesionales, me muevo desde hace años entre París y Madrid. Desde hace menos tiempo, también entre Madrid y Bruselas. Me siento un extremeño-madrileño en la Glorieta de Bilbao; “un parigot” en el boulevard de Batignolles. Un “brélien bruxellaire” en la zona de Sint Kateljne/Sainte-Cathérine, donde viví dos años. Y que se vayan a hacer puñetas los que crean que soy un esnob por decirlo; más bien, quizá, un inestable desigual. Un deambulador, si eso existe.  Y persisto mientras las circunstancias me lo faciliten. Trato de observar lo que se dice, aquí y allá, lo que se hace, y sobre todo, lo que se calla. El machismo francés es parte de ello.                            Francia es el vecino mayor de referencia, tanto en España como en Bélgica, sobre todo entre su comunidad francófona, que se agrupa en una institución llamada –oficialmente- Communauté Française de Belgique. París es siempre el hermano mayor, que da consejos y te mira un poquito de soslayo.     Las razones son humanas e históricas (merci Napoléon), incluso geográficas. Los belgas en los chistes franceses son los de Lepe. Y no han desaparecido del todo las burlas por su acento, aunque cada vez menos. Porque aún hoy más de un francés se ríe porque los belgas hablan con acento belga (¿cuál de ellos?, hay varios).  Y además porque hacen cuentas diciendo “septante” (Belgica) donde los franceses dicen “soixante-dix”, dicen “bourgmestre” y no “maire”, dicen “chicons“ y no “endives”.
         En Francia, uno sufre –también de vez en cuando- esos tópicos vulgares. También los entusiasmos excesivos de los muy hispanófilos. En una ocasión me tocó escribir el prólogo de un librito-manual para uso de franceses qui quieren trabajar al sur de los Pirineos (S’installer en Espagne”, editado en 2001). Tuve que dirimir con el editor nuestras diferencias.  Él esperaba de mí  un elogio único de la lujuria del sur, el sol permanente y las noches interminables en los bares. Mi prólogo resultó barroco y más largo de lo necesario. Y el día antes de que el librito fuera a imprenta, yo no había tocado una sola coma. Pero cedí y las toqué todas para despejarme de aquel asunto. De todos modos, los tópicos son tan fuertes que uno termina fingiendo que se los cree. Viene esto a cuento porque en España hay una franja social -tradicional o de izquierdas –tan vehementemente francófila como los hispanófilos de allá. Y como en este lado de los Pirineos, se impone la costumbre quevedesca de autoapuñalarse como nazarenos en Semana Santa, hay poco que hacer. Poco importa que sea una cierta izquierda, que no discute lo que viene del otro lado de los Pirineos: allí cortaron la cabeza a un rey y aquí no. Esa idea pesa siempre.    Pero yo no puedo evitar reconocer la historia, pero detestar la frase: “Esto sólo pasa aquí”. Si nos vamos a otros países, sobre todo latinos (Italia, Argentina) o árabes, volveremos a escucharlo para hablar de corrupción, desorganización, abusos o quiebra del derecho. Que la frasecita sea un lugar común y que tampoco defina mucho, no sirve tampoco para nada. A veces, toca callarse.
       En una ocasión, me topé con un parisino amistoso que me elogiaba los avances sociales de Zapatero, “dans un pays aussi catholique”. Me tocó las pelotas con la frasecita. Le dije –no sé si con razón, no pienso comprobarlo- que iba más gente a misa en Francia que en España, que se bautizaban más (no pienso mirar las estadísticas que me ofrezca la Iglesia). Creo que a él eso le importaba más que a mí. Y me atuve al porcentaje de contribuyentes que marcan la casilla “Iglesia Católica” en la declaración de la renta. Y como siguió diciéndome otra vez la misma monserga de “en un país tan…”, al hablarme de la aprobación del matrimonio homosexual, le recordé que las ciudadanas españolas tuvieron derecho al voto en la República Española en 1931; en la Francia republicana, no sucedió hasta el final de la II Guerra Mundial. Ni con Frente Popular francés. “Chacun son histoire pénible, mon pote”, le dije para fastidiarle más tomándome confianzas a la madrileña. Empezó una pequeña discusión. Me citó al alcalde de París, Bertrand Delanoë (alcalde gay de París, también con mi voto de europeo entonces residente en París) y a Simone de Beauvoir. Era un arquetípico “donneur de leçons”, desabrido donde parecía amigable.    Entonces, le señalé que la supresión de la pena de muerte (y su aplicación) tuvo lugar en España mucho antes que en Francia. La suspensión legal llegó allí en 1981, con François Mitterrand; pero la prohibición constitucional no llegó ¡hasta la presidencia de Chirac, en 2007! En España, los últimos ejecutados por pena de muerte lo fueron con Franco aún vivo, en 1975. En Francia, el último guillotinado lo fue en 1977, nada menos. A un lado y otro de los Pirineos me recordarán,  el franquismo, sí, y claro, ahí me tengo que callar; pero la verdad histórica, legal, sobre esos dos avances progresistas (el voto de la mujer y la supresión de la pena de muerte, nada menos), es que llegaron antes a nuestro sur. En España, la supresión constitucional total llegó en 1995, doce años antes que en Francia.

     

       Lo mismo sucede con el matrimonio homosexual, que ahora empieza a debatirse –de verdad- en Francia. Ya hubo debates, cierto, incluso matrimonios anulados; pero sin que llegaran a ningún puerto. Dos países monárquicos “aussi catholiques” que Bélgica y España, lo lograron antes. En Francia, hace días, hubo casi cien manifestaciones contra el matrimonio gay, con una enorme participación. El propio presidente dio un pasito atrás, donde había dado dos adelante: aceptó la posible objeción de conciencia de las autoridades locales, cuando se aprobara. Por el contrario, aquí el Tribunal Constitucional ya lo ha respaldado.  
       Recuerdo que en una ocasión, en TVE me encargaron un reportaje sobre la violencia contra las mujeres, y en la redacción no me creían cuando dije que no había estadísticas oficiales sobre violencia de género, de sus víctimas mortales. Pues bien, creo que algunos aspectos de aquí marcan otra frontera que allá no han traspasado aún. Entre otras cosas, no hay más que mirar a la clase política francesa y el relato de sus historias a lo Dominique Strass-Kahn. Ni siquiera ha confirmado que vaya a poner fin a su carrera política. En mi entorno parisino, entre amigos -muy progresistas en temas sociales, educativos, políticos o sindicales-, a veces  aparece de repente una especie de “gen cultural” increíblemente machista. Y puedo leer allí titulares como “Mexico, oasis “gay” dans un pays aussi catholique que “macho”. Sufro chistes y relatos personales terriblemente machistas, casi disfrazados de “liberté personnelle”. ¿Cómo es posible “dans un pays aussi républicain”?
       Mi colega (belga) Bernard Delattre cita en su blog  a Elio di Rupo, su primer ministro, quien asume su pública normalidad homosexual junto a todos sus compatriotas. Bernard, corresponsal en París de La Libre Belgique, no deja perder la ocasión (incluido el “oui, mais non” de François Hollande) para responder: “En el fondo, es cierto que visto desde Bélgica, ese debate francés es completamente retrógrado, incluso prehistórico”. Dice que hasta oye hablar del peligro de la poligamia, de la zoofilia y del incesto, a políticos y religiosos franceses. Y cita un puñetazo directo del ya citado Elio di Rupo: “En Francia, país de la libertad o de las libertades, país de la Revolución y de las Luces, los debates expresan un conservadurismo y una ignorancia absolutamente inimaginable”. No siempre hay que ser prudente y diplomático, sobre todo en la semana del aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
       Con la misma distancia cercana, la joven pensadora italiana Michela Marzano, que enseña en una universidad de París, afirma: “Francia es un país en el que el machismo es muy fuerte”, pero “es menos ostentoso”. ¡Menos mal que Serge Gainsbourg, aquel gran ligón de chicas delgadísimas, estuvo en la tierra antes de tiempo para reinterpretarnos la realidad y a Edith Piaf ! Él  es uno de los que aún hoy me ayudan a reconciliarme con una cierta Francia.  

     

    myblog 39 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Francia: un cierto m...

    Lo que voy a escribir irritará a varios de mis amigos españoles y franceses. Para los lectores ajenos, debo aclarar que por razones diversas, personales y profesionales, me muevo desde hace años entre París y Madrid. Desde hace menos tiempo, también entre Madrid y Bruselas. Me siento un extremeño-madrileño en la Glorieta de Bilbao; “un parigot” en el boulevard de Batignolles. Un “brélien bruxellaire” en la zona de Sint Kateljne/Sainte-Cathérine, donde viví dos años. Y que se vayan a hacer puñetas los que crean que soy un esnob por decirlo; más bien, quizá, un inestable desigual. Un deambulador, si eso existe.  Y persisto mientras las circunstancias me lo faciliten. Trato de observar lo que se dice, aquí y allá, lo que se hace, y sobre todo, lo que se calla. El machismo francés es parte de ello.                            Francia es el vecino mayor de referencia, tanto en España como en Bélgica, sobre todo entre su comunidad francófona, que se agrupa en una institución llamada –oficialmente- Communauté Française de Belgique. París es siempre el hermano mayor, que da consejos y te mira un poquito de soslayo.     Las razones son humanas e históricas (merci Napoléon), incluso geográficas. Los belgas en los chistes franceses son los de Lepe. Y no han desaparecido del todo las burlas por su acento, aunque cada vez menos. Porque aún hoy más de un francés se ríe porque los belgas hablan con acento belga (¿cuál de ellos?, hay varios).  Y además porque hacen cuentas diciendo “septante” (Belgica) donde los franceses dicen “soixante-dix”, dicen “bourgmestre” y no “maire”, dicen “chicons“ y no “endives”.
         En Francia, uno sufre –también de vez en cuando- esos tópicos vulgares. También los entusiasmos excesivos de los muy hispanófilos. En una ocasión me tocó escribir el prólogo de un librito-manual para uso de franceses qui quieren trabajar al sur de los Pirineos (S’installer en Espagne”, editado en 2001). Tuve que dirimir con el editor nuestras diferencias.  Él esperaba de mí  un elogio único de la lujuria del sur, el sol permanente y las noches interminables en los bares. Mi prólogo resultó barroco y más largo de lo necesario. Y el día antes de que el librito fuera a imprenta, yo no había tocado una sola coma. Pero cedí y las toqué todas para despejarme de aquel asunto. De todos modos, los tópicos son tan fuertes que uno termina fingiendo que se los cree. Viene esto a cuento porque en España hay una franja social -tradicional o de izquierdas –tan vehementemente francófila como los hispanófilos de allá. Y como en este lado de los Pirineos, se impone la costumbre quevedesca de autoapuñalarse como nazarenos en Semana Santa, hay poco que hacer. Poco importa que sea una cierta izquierda, que no discute lo que viene del otro lado de los Pirineos: allí cortaron la cabeza a un rey y aquí no. Esa idea pesa siempre.    Pero yo no puedo evitar reconocer la historia, pero detestar la frase: “Esto sólo pasa aquí”. Si nos vamos a otros países, sobre todo latinos (Italia, Argentina) o árabes, volveremos a escucharlo para hablar de corrupción, desorganización, abusos o quiebra del derecho. Que la frasecita sea un lugar común y que tampoco defina mucho, no sirve tampoco para nada. A veces, toca callarse.
       En una ocasión, me topé con un parisino amistoso que me elogiaba los avances sociales de Zapatero, “dans un pays aussi catholique”. Me tocó las pelotas con la frasecita. Le dije –no sé si con razón, no pienso comprobarlo- que iba más gente a misa en Francia que en España, que se bautizaban más (no pienso mirar las estadísticas que me ofrezca la Iglesia). Creo que a él eso le importaba más que a mí. Y me atuve al porcentaje de contribuyentes que marcan la casilla “Iglesia Católica” en la declaración de la renta. Y como siguió diciéndome otra vez la misma monserga de “en un país tan…”, al hablarme de la aprobación del matrimonio homosexual, le recordé que las ciudadanas españolas tuvieron derecho al voto en la República Española en 1931; en la Francia republicana, no sucedió hasta el final de la II Guerra Mundial. Ni con Frente Popular francés. “Chacun son histoire pénible, mon pote”, le dije para fastidiarle más tomándome confianzas a la madrileña. Empezó una pequeña discusión. Me citó al alcalde de París, Bertrand Delanoë (alcalde gay de París, también con mi voto de europeo entonces residente en París) y a Simone de Beauvoir. Era un arquetípico “donneur de leçons”, desabrido donde parecía amigable.    Entonces, le señalé que la supresión de la pena de muerte (y su aplicación) tuvo lugar en España mucho antes que en Francia. La suspensión legal llegó allí en 1981, con François Mitterrand; pero la prohibición constitucional no llegó ¡hasta la presidencia de Chirac, en 2007! En España, los últimos ejecutados por pena de muerte lo fueron con Franco aún vivo, en 1975. En Francia, el último guillotinado lo fue en 1977, nada menos. A un lado y otro de los Pirineos me recordarán,  el franquismo, sí, y claro, ahí me tengo que callar; pero la verdad histórica, legal, sobre esos dos avances progresistas (el voto de la mujer y la supresión de la pena de muerte, nada menos), es que llegaron antes a nuestro sur. En España, la supresión constitucional total llegó en 1995, doce años antes que en Francia.

     

       Lo mismo sucede con el matrimonio homosexual, que ahora empieza a debatirse –de verdad- en Francia. Ya hubo debates, cierto, incluso matrimonios anulados; pero sin que llegaran a ningún puerto. Dos países monárquicos “aussi catholiques” que Bélgica y España, lo lograron antes. En Francia, hace días, hubo casi cien manifestaciones contra el matrimonio gay, con una enorme participación. El propio presidente dio un pasito atrás, donde había dado dos adelante: aceptó la posible objeción de conciencia de las autoridades locales, cuando se aprobara. Por el contrario, aquí el Tribunal Constitucional ya lo ha respaldado.  
       Recuerdo que en una ocasión, en TVE me encargaron un reportaje sobre la violencia contra las mujeres, y en la redacción no me creían cuando dije que no había estadísticas oficiales sobre violencia de género, de sus víctimas mortales. Pues bien, creo que algunos aspectos de aquí marcan otra frontera que allá no han traspasado aún. Entre otras cosas, no hay más que mirar a la clase política francesa y el relato de sus historias a lo Dominique Strass-Kahn. Ni siquiera ha confirmado que vaya a poner fin a su carrera política. En mi entorno parisino, entre amigos -muy progresistas en temas sociales, educativos, políticos o sindicales-, a veces  aparece de repente una especie de “gen cultural” increíblemente machista. Y puedo leer allí titulares como “Mexico, oasis “gay” dans un pays aussi catholique que “macho”. Sufro chistes y relatos personales terriblemente machistas, casi disfrazados de “liberté personnelle”. ¿Cómo es posible “dans un pays aussi républicain”?
       Mi colega (belga) Bernard Delattre cita en su blog  a Elio di Rupo, su primer ministro, quien asume su pública normalidad homosexual junto a todos sus compatriotas. Bernard, corresponsal en París de La Libre Belgique, no deja perder la ocasión (incluido el “oui, mais non” de François Hollande) para responder: “En el fondo, es cierto que visto desde Bélgica, ese debate francés es completamente retrógrado, incluso prehistórico”. Dice que hasta oye hablar del peligro de la poligamia, de la zoofilia y del incesto, a políticos y religiosos franceses. Y cita un puñetazo directo del ya citado Elio di Rupo: “En Francia, país de la libertad o de las libertades, país de la Revolución y de las Luces, los debates expresan un conservadurismo y una ignorancia absolutamente inimaginable”. No siempre hay que ser prudente y diplomático, sobre todo en la semana del aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
       Con la misma distancia cercana, la joven pensadora italiana Michela Marzano, que enseña en una universidad de París, afirma: “Francia es un país en el que el machismo es muy fuerte”, pero “es menos ostentoso”. ¡Menos mal que Serge Gainsbourg, aquel gran ligón de chicas delgadísimas, estuvo en la tierra antes de tiempo para reinterpretarnos la realidad y a Edith Piaf ! Él  es uno de los que aún hoy me ayudan a reconciliarme con una cierta Francia.  

     

    myblog 39 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Francia: un cierto m...

    Lo que voy a escribir irritará a varios de mis amigos españoles y franceses. Para los lectores ajenos, debo aclarar que por razones diversas, personales y profesionales, me muevo desde hace años entre París y Madrid. Desde hace menos tiempo, también entre Madrid y Bruselas. Me siento un extremeño-madrileño en la Glorieta de Bilbao; “un parigot” en el boulevard de Batignolles. Un “brélien bruxellaire” en la zona de Sint Kateljne/Sainte-Cathérine, donde viví dos años. Y que se vayan a hacer puñetas los que crean que soy un esnob por decirlo; más bien, quizá, un inestable desigual. Un deambulador, si eso existe.  Y persisto mientras las circunstancias me lo faciliten. Trato de observar lo que se dice, aquí y allá, lo que se hace, y sobre todo, lo que se calla. El machismo francés es una de esas cosas.                            Francia es el vecino mayor de referencia, tanto en España como en Bélgica, sobre todo entre su comunidad francófona, que se agrupa en una institución llamada –oficialmente- Communauté Française de Belgique. París es siempre el hermano mayor, que da consejos y te mira un poquito de soslayo.     Las razones son humanas e históricas (merci Napoléon), incluso geográficas. Los belgas en los chistes franceses son los de Lepe. Y no han desaparecido del todo las burlas por su acento, aunque cada vez menos. Porque aún hoy más de un francés se ríe porque los belgas hablan con acento belga (¿cuál de ellos?, hay varios).  Y además porque hacen cuentas diciendo “septante” (Belgica) donde los franceses dicen “soixante-dix”, dicen “bourgmestre” y no “maire”, dicen “chicons“ y no “endives”.
         En Francia, uno sufre –también de vez en cuando- esos tópicos vulgares. También los entusiasmos excesivos de los muy hispanófilos. En una ocasión me tocó escribir el prólogo de un librito-manual para uso de franceses qui quieren trabajar al sur de los Pirineos (S’installer en Espagne”, editado en 2001). Tuve que dirimir con el editor nuestras diferencias.  Él esperaba de mí  un elogio único de la lujuria del sur, el sol permanente y las noches interminables en los bares. Mi prólogo resultó barroco y más largo de lo necesario. Y el día antes de que el librito fuera a imprenta, yo no había tocado una sola coma. Pero cedí y las toqué todas para despejarme de aquel asunto. De todos modos, los tópicos son tan fuertes que uno termina fingiendo que se los cree. Viene esto a cuento porque en España hay una franja social -tradicional o de izquierdas –tan vehementemente francófila como los hispanófilos de allá. Y como en este lado de los Pirineos, se impone la costumbre quevedesca de autoapuñalarse como nazarenos en Semana Santa, hay poco que hacer. Poco importa que sea una cierta izquierda, que no discute lo que viene del otro lado de los Pirineos: allí cortaron la cabeza a un rey y aquí no. Esa idea pesa siempre.    Pero yo no puedo evitar reconocer la historia, pero detestar la frase: “Esto sólo pasa aquí”. Si nos vamos a otros países, sobre todo latinos (Italia, Argentina) o árabes, volveremos a escucharlo para hablar de corrupción, desorganización, abusos o quiebra del derecho. Que la frasecita sea un lugar común y que tampoco defina mucho, no sirve tampoco para nada. A veces, toca callarse.
       En una ocasión, me topé con un parisino amistoso que me elogiaba los avances sociales de Zapatero, “dans un pays aussi catholique”. Me tocó las pelotas con la frasecita. Le dije –no sé si con razón, no pienso comprobarlo- que iba más gente a misa en Francia que en España, que se bautizaban más (no pienso mirar las estadísticas que me ofrezca la Iglesia). Creo que a él eso le importaba más que a mí. Y me atuve al porcentaje de contribuyentes que marcan la casilla “Iglesia Católica” en la declaración de la renta. Y como siguió diciéndome otra vez la misma monserga de “en un país tan…”, al hablarme de la aprobación del matrimonio homosexual, le recordé que las ciudadanas españolas tuvieron derecho al voto en la República Española en 1931; en la Francia republicana, no sucedió hasta el final de la II Guerra Mundial. Ni con Frente Popular francés. “Chacun son histoire pénible, mon pote”, le dije para fastidiarle más tomándome confianzas a la madrileña. Empezó una pequeña discusión. Me citó al alcalde de París, Bertrand Delanoë (alcalde gay de París, también con mi voto de europeo entonces residente en París) y a Simone de Beauvoir. Era un arquetípico “donneur de leçons”, desabrido donde parecía amigable.    Entonces, le señalé que la supresión de la pena de muerte (y su aplicación) tuvo lugar en España mucho antes que en Francia. La suspensión legal llegó allí en 1981, con François Mitterrand; pero la prohibición constitucional no llegó ¡hasta la presidencia de Chirac, en 2007! En España, los últimos ejecutados por pena de muerte lo fueron con Franco aún vivo, en 1975. En Francia, el último guillotinado lo fue en 1977, nada menos. A un lado y otro de los Pirineos me recordarán,  el franquismo, sí, y claro, ahí me tengo que callar; pero la verdad histórica, legal, sobre esos dos avances progresistas (el voto de la mujer y la supresión de la pena de muerte, nada menos), es que llegaron antes a nuestro sur. En España, la supresión constitucional total llegó en 1995, doce años antes que en Francia.

       Lo mismo sucede con el matrimonio homosexual, que ahora empieza a debatirse –de verdad- en Francia. Ya hubo debates, cierto, incluso matrimonios anulados; pero sin que llegaran a ningún puerto. Dos países monárquicos “aussi catholiques” que Bélgica y España, lo lograron antes. En Francia, hace días, hubo casi cien manifestaciones contra el matrimonio gay, con una enorme participación. El propio presidente dio un pasito atrás, donde había dado dos adelante: aceptó la posible objeción de conciencia de las autoridades locales, cuando se aprobara. Por el contrario, aquí el Tribunal Constitucional ya lo ha respaldado.  
       Recuerdo que en una ocasión, en TVE me encargaron un reportaje sobre la violencia contra las mujeres, y en la redacción no me creían cuando dije que no había estadísticas oficiales sobre violencia de género, de sus víctimas mortales. Pues bien, creo que algunos aspectos de aquí marcan otra frontera que allá no han traspasado aún. Entre otras cosas, no hay más que mirar a la clase política francesa y el relato de sus historias a lo Dominique Strass-Kahn. Ni siquiera ha confirmado que vaya a poner fin a su carrera política. En mi entorno parisino, entre amigos -muy progresistas en temas sociales, educativos, políticos o sindicales-, a veces  aparece de repente una especie de “gen cultural” increíblemente machista. Y puedo leer allí titulares como “Mexico, oasis “gay” dans un pays aussi catholique que “macho”. Sufro chistes y relatos personales terriblemente machistas, casi disfrazados de “liberté personnelle”. ¿Cómo es posible “dans un pays aussi républicain”?
       Mi colega (belga) Bernard Delattre cita en su blog  a Elio di Rupo, su primer ministro, quien asume su pública normalidad homosexual junto a todos sus compatriotas. Bernard, corresponsal en París de La Libre Belgique, no deja perder la ocasión (incluido el “oui, mais non” de François Hollande) para responder: “En el fondo, es cierto que visto desde Bélgica, ese debate francés es completamente retrógrado, incluso prehistórico”. Dice que hasta oye hablar del peligro de la poligamia, de la zoofilia y del incesto, a políticos y religiosos franceses. Y cita un puñetazo directo del ya citado Elio di Rupo: “En Francia, país de la libertad o de las libertades, país de la Revolución y de las Luces, los debates expresan un conservadurismo y una ignorancia absolutamente inimaginable”. No siempre hay que ser prudente y diplomático, sobre todo en la semana del aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
       Con la misma distancia cercana, la joven pensadora italiana Michela Marzano, que enseña en una universidad de París, afirma: “Francia es un país en el que el machismo es muy fuerte”, pero “es menos ostentoso”. ¡Menos mal que Serge Gainsbourg, aquel gran ligón de chicas delgadísimas, estuvo en la tierra antes de tiempo para reinterpretarnos la realidad y a Edith Piaf ! Él  es uno de los que aún hoy me ayudan a reconciliarme Francia.  

    myblog 39 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Burundi: prisión per...

    Ruvakuki-HassanHa cumplido ya un año en prisión. Se llama Hassan Ruvakuki y es de Burundi uno de los países más pobres y más corruptos del mundo. Ahora se pudre en la cárcel acusado -nada menos- que de “participación en un ataque terrorista”. Su delito único, en realidad, es haber ejercido su oficio de periodista. Los profesionales de los medios de comunicación de Burundi mantienen un nivel de libertad de expresión casi sorprendente en un entorno muy hostil.

    myblog 42 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Burundi: prisión per...

    Ha cumplido ya un año en prisión. Se llama Hassan Ruvakuki y es de Burundi uno de los países más pobres y más corruptos del mundo. Ahora se pudre en la cárcel acusado -nada menos- que de “participación en un ataque terrorista”. Su delito único, en realidad, es haber ejercido su oficio de periodista. Los profesionales de los medios de comunicación de Burundi mantienen un nivel de libertad de expresión casi sorprendente en un entorno muy hostil.                             Porque en ese país hermano de Ruanda, la sombra de la guerra civil asoma de nuevo entre el silencio internacional. Los defensores burundeses de los derechos del hombre, refieren amenazas frecuentes y periódicas ejecuciones extrajudiciales. Pierre Claver Mbonimpa, que encabeza la Asociación para la Protección de los Derechos Humanos, afirma que los autores son policías y funcionarios: “La impunidad es total”. El país disfruta de una paz muy inestable desde que un grupo rebelde (Fuerzas de Liberación Nacional, mayoritariamente de etnia hutu), depusiera las armas en 2009, tras años de insurgencia contra el gobierno. 
     En ese país, menos extenso que Galicia, las tensiones están regresando por la puerta trasera, a pesar de los esfuerzos de la comunidad de países africanos por evitarlo. Por eso, Ruvakuki viajó a Tanzania para hacer una entrevista y comprobar si existía allí realmente un nuevo grupo armado contrario al gobierno de su país. Un mes después, ese grupo, dirigido por un antiguo policía de Burundi, atacó la localidad de Cankuzo. Las autoridades afirmaron que hubo 18 bajas entre los “bandidos” rebeldes. Algunos relacionan las nuevas tensiones con el boicoteo de las elecciones hace un año; con las demandas al presidente Pierre Nkurunziza para que abra una nueva fase de dialogo.    Hay que recordar que los enfrentamientos étnicos hutus/tutsis causaron menos muertos que en Ruanda, pero “menos” significa quizá 300.000 víctimas en el tramo final del siglo XX. Hemos podido ver noticias del mismo tipo que las que cubría Ruvakuki, en reportajes de cadenas extranjeras. Como el excelente reportaje y la entrevista a otro supuesto jefe rebelde de Burundi, instalado en el turbulento este del Congo, por parte de la periodista francesa Pauline Simonet (de la cadena pública France 24).

     

       Burundi exporta café (el 93% de sus exportaciones), pero también “sufre” (como el este del Congo) otras riquezas como cobalto, cobre, níquel y uranio El SIDA afecta a más del 3% de los burundeses. La homosexualidad es considerada un delito, que se castiga con años de cárcel. Formalmente, es una democracia multipartidista, que ha ratificado la mayor parte de los tratados internacionales de derechos humanos. 
       Ese es el contexto en el que Ruvakuki fue detenido el 28 de noviembre de 2011. Estuvo en un campo militar secreto en la misma localidad del ataque citado, después fue llevado ante un juez. No se le permitió contactar con su abogado, Onesime Kabayabaya. Éste acusa al gobierno de ofrecer su versión a diversos diplomáticos, mientras se negaban esos detalles de supuesta culpabilidad al defensor del periodista quien denuncia irregularidades y  "violaciones masivas de los derechos de defensa, así como de las normas de procedimiento".  El abogado no pudo ver a su cliente durante meses, ni tampoco acceder al sumario. Una nueva audiencia, que podría ser también su última posibilidad de apelar la condena, está prevista el 8 de enero.
       En nombre de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), una delegación de colegas de Burundi y Dominique Pradalié, periodista francesa de France 2, secretaria del Syndicat National de Journalistes de Francia, ha podido visitar a Hassan Ruvakuki  en la cárcel. Desde allí nos llega su testimonio escrito por carta: “Mis abogados y yo queremos decirle al mundo –afirma el periodista encarcelado-, que soy inocente, que mi lugar no está en una cárcel, sino al lado de mi mujer y mi hija de siete años. Nunca he pertenecido a un partido político mucho menos a un movimiento armado. Hace diez meses me estoy pudriendo en la prisión”.

    myblog 42 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Burundi: prisión per...

    Ha cumplido ya un año en prisión. Se llama Hassan Ruvakuki y es de Burundi uno de los países más pobres y más corruptos del mundo. Ahora se pudre en la cárcel acusado -nada menos- que de “participación en un ataque terrorista”. Su delito único, en realidad, es haber ejercido su oficio de periodista. Los profesionales de los medios de comunicación de Burundi mantienen un nivel de libertad de expresión casi sorprendente en un entorno muy hostil.

    myblog 42 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Apostar por la duda ...

    Muchas veces en más de treinta años de ejercicio del periodismo, tuve que informar poniendo por delante mis dudas, más que mis certezas. Y una vez, en una emisora de radio, mentí conscientemente para proteger a una familia y para no añadir dolor innecesario. No me arrepiento de ello, aunque sé que muchas más veces fuí intoxicado -de manera multilateral, a veces por mis próximos en sentido ideológico o por oscuros propagandistas muy bien pertrechados- sin que me diera cuenta o supiera como defenderme de ello.
     En una ocasión, en Kosovo, el  vehículo en el que viajaba con el  equipo de TVE fue ametrallado. Una bala impactó a 20 centímetros, equidistante de mi  cabeza y de la del reportero gráfico que me acompañaba junto a otros colegas. Pero  hasta que no tuve tiempo para repasar las imágenes que habíamos grabado, hasta que no llevé a cabo una investigación propia, ayudado por dos expertos militares, no pude saber quienes –qué bando- nos  había  ametrallado: habían sido soldados serbios. Formaban parte de la caravana de refuerzos que llegaba  a aquel lugar llamado Podujevo, en el que desde primera hora de la mañana, combatían a la guerrilla albanesa de la UÇK. Y repentinamente, al cruzarse con nosotros, decidieron convertirnos en objetivo tras ver marcadas en nuestro vehículo unas  letras enormes que decían “TV PRESS”. 
       Informé a mi redacción y a los observadores internacionales de la OSCE que se protegían entre unas ruinas cercanas. Pero quedaba  muy poco tiempo para nuestro telediario y no pude confirmar mucho más al llegar a Prístina para el envío. Todo fue tan precipitado que hasta varias horas después no supe quién había disparado y de donde habían venido los disparos. De modo que con el apremio del oficio, en aquella primera crónica sobre el asunto, todavía sin estar muy seguro de nada, preferí decir que  “una bala perdida en la batalla de Podujevo impactó en el automóvil de TVE”.  Nada más. Aquel día sí preferí el desafío de la duda.    “La ética en el periodismo es siempre un desafío”, nos dice Javier Darío Restrepo (80 años, más de medio siglo de ejercicio del periodismo), quien ha marcado a muchos en América Latina, y que sigue encargándose del Consultorio Ético de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Este señor, el maestro Restrepo, se mantiene en sus trece en estos tiempos en los que el oficio no duda de casi nada, más que de su propia necesidad y existencia: “El periodismo aporta conocimiento, Internet informa”, responde el maestro. También señala que “la apertura al otro” es fundamental en los buenos periodistas; mientras que –según el mismo Restrepo- “Internet puede tener tendencia a aislarnos del resto del mundo”.
       Al dar lecciones a alumnos de periodismo, el profesor Restrepo enumera un decálogo para discernir quién es buen periodista. Su primera conclusión excluiría a todos los tiburones habituales:El periodista ha de ser una buena persona, es decir, la profesionalidad del periodista se construye sobre un ser humano y si ese ser humano es de mala calidad no se puede ser buen periodista”. Sencillo e increíble.
       Todo su decálogo va en el mismo sentido: además de buena persona, el buen periodista estará orgulloso de su profesión, la considerará útil, tendrá un sentido de “misión”, será un apasionado de la verdad y estará dispuesto a corregirla, a ser rectificado, será autocrítico “y no un sabihondo” (reitera J.D.R.), elaborará y compartirá conocimientos, hará periodismo con objetivos, todos los días, tendrá sentido de los demás, los sentirá en sí mismo, será de verdad independiente y eso será la base de su credibilidad. Finalmente, repite, “mantendrá siempre intacta su capacidad de asombro”. ¿Podemos reconocernos nosotros ahí? Desde luego, por sencillo, es complicado. Y a buena parte de los periodistas-estrella que conocemos no podremos identificarlos con el buen periodismo si les aplicamos el método Restrepo.

    El hecho es que en este tiempo de multiplicación de medios y mensajes, cuando se produce una clara saturación informativa, ese cuestionamiento permanente se convierte en algo absolutamente necesario. En las sociedades libres, el trabajo  del periodista consiste en buscar la realidad y la verdad para tratar de ofrecérsela a sus lectores, espectadores u oyentes.  Todo en unos medios de comunicación en crisis absoluta y cuando la precariedad profesional es mayor que nunca. Asimismo, el buen periodista debe tratar de ser imparcial y –también hoy, en la época del imperio de lo fulminante y de Internet- tiene que hacer el esfuerzo de confirmación de los hechos. Nada de eso puede lograrse sin desconfiar de nuestras certezas. 
        Al alejarnos, no atenernos y olvidar esas reglas sencillas del oficio, contribuimos a erosionar la calidad de nuestro trabajo. Desde luego, el  periodismo de calidad pierde también peso en nuestra sociedad por otras causas, como la dispersión, la concentración de la propiedad de los medios, la conversión de los periodistas en pobres trabajadores a la pieza, la uniformización editorial, la apresurada e interesada aplicación neoliberal de las nuevas tecnologías y el resquebrajamiento de normas elementales del periodismo en aras del “mercado informativo”. La inmediatez y el sensacionalismo nos matan, lo mismo que los fundamentalistas del “equilibrio fiscal y financiero”. Todos esos atacan las bases sociales del periodismo, ya sólo ven números  y no personas y nunca consideran la disminución de la calidad periodística. Ni la utilidad social del  periodismo. 
         La duda de los periodistas, en los medios tradicionales o en los nuevos, refuerza el periodismo respetable y responsable y el interés social del público. Debemos alimentarnos de nuestras dudas y de las preocupaciones de nuestros lectores, oyentes o telespectadores. 
       Las presiones que recibimos son –en la mayoría de los casos- sutiles. No siempre son burdas, ni son tan directas como la ráfaga de un fusil ametrallador.  Para seguir oponiéndonos a todas las presiones que afrontamos, hay que buscar la cooperación, la asociación y la solidaridad entre todos. La solidaridad de los periodistas también es más necesaria que nunca, así como la conexión con nuestros críticos, muchos de ellos activistas ciudadanos. Tampoco debemos excluir el convertirnos nosotros mismos en activistas de la democracia y de los derechos sociales, si estamos convencidos de que defendemos la verdad y el derecho. Por otro lado, en las sociedades que tengan un margen válido de pluralismo y unos estándares democráticos mínimamente aceptables, puede que nuestra misión no consista en atacar o derribar las instituciones sin más. Pero sí  hay que contestar las mentiras institucionales y a quienes las apoyan. Estamos obligados a poner en duda a quienes representen al poder y a dudar de todos sus portavoces oficiales u oficiosos. Siempre que podamos, aportando datos y conocimiento restrepiano.   La certeza no siempre está del lado “bueno”; sin embargo, la duda está frecuentemente del lado de los más débiles. Más cerca de la verdad y del periodismo deseable.

    myblog 46 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Israel sigue empeñad...

    Los ataques de Israel a -al menos- dos edificios de medios de comunicación en Gaza no tienen justificación alguna. Tampoco deben relacionarse con sus represalias militares por los cohetes lanzados por activistas de Hamas. Eso pertenece a otro ámbito y esos ataques son claramente premeditados: implican una voluntad y responsabilidad precisas. 

     Avital Leibovich, portavoz israelí, lo ha reconocido de algún modo: “Obviamente, sabíamos que había periodistas en ese edificio”, ha declarado, “pero mi consejo es que los periodistas que se encuentran en Gaza se alejen de las posiciones de Hamas”. Me recuerda a una familiar mía, anciana y casi analfabeta, que me aconsejó alejarme de las cafeterías tras el atentado de la cafetería Rolando, en la calle del Correo (Madrid, 1974). Porque Gaza es un lugar en el que es imposible apartarse de nada, ya que una muchedumbre de civiles palestinos se ve obligada a vivir apelotonada en  un territorio ínfimo: hay una densidad de población de 4.200 personas por km2. Para hacernos una idea, podemos señalar que la capital de Estados Unidos, Washington, no llega a 3.500 habitantes por km2. De modo que en Gaza es muy difícil “alejarse”. La misma población del lugar está alejada de toda posibilidad de escapar en masa. Está encerrada allí. Leibovich dice que atacaron únicamente para destruir la antena del tejado y que los periodistas son también “escudos humanos” para Hamas.  Puede ser, pero esa alegación no tiene mucho sentido. Todo y todos se ve convertido en escudo dentro de la enorme concentración humana (inhumana) que hay en Gaza. El hecho es que hay docenas de víctimas civiles y que los periodistas se mueven en edificios seleccionados como objetivo militar por Israel. Desde luego, también los israelíes civiles se sienten amenazados, aunque no sea en los mismos términos. Como consecuencia de las bombas lanzadas contra la prensa, el camarógrafo Khader al Zarah ha perdido una pierna y otra media docena de colegas están heridos, en esos ataques contra unos inmuebles que albergan a Al Quds TV y otros medios palestinos, pero también a Sky News, la televisión rusa, a medios alemanes e italianos, a la cadena Al Arabiya TV y a otros medios internacionales. “Pedimos una investigación completa por parte de Naciones Unidas y que la ONU emprenda acciones contra el gobierno de Israel”, ha declarado el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim Boumelha.

    Por mi ubicación personal entonces, en 2009, participé desde Bruselas en la organización de una misión internacional de periodistas, que entró en Gaza durante el conflicto similar de aquel año. Ya entonces hubo ataques muy parecidos. La FIP difundió un elogio de la prensa local que sufría los ataques, pero que tenía el valor de convertirse en los ojos del mundo para que pudiéramos ver los efectos de la guerra. Aquella delegación internacional condenó a Israel por bloquear la entrada de periodistas en Gaza, pero también a Hamas por “amenazar e intimidar” a nuestros colegas. Quizá es importante recordarlo y llamar la atención sobre todo ello porque aquella ofensiva militar duró casi un mes. No sabemos lo que puede durar ahora. Tampoco donde puede terminar.

    Algunos medios confirman llamadas de teléfono y mensajes para que los medios de comunicación evacuen los edificios que utilizan. Como si eso pudiera servir de justificación a posteriori. En este sentido, hay que recordar que las Naciones Unidas aprobaron la primavera pasada un Plan de Acción de la ONU por la Seguridad de los Periodistas y contra la impunidad. Hay que recordar también que el artículo 79 del Protocolo Adicional de la 4ª Convención de Ginebra, que Israel ha suscrito, concede a los periodistas la misma protección que a otros civiles durante los conflictos armados. Del mismo modo, la resolución 1738, aprobada a instancias de la FIP (que tiene carácter de organización consultiva en la ONU), condena los ataques a los medios de comunicación, periodistas y personal colaborador y pide una especial protección para ellos, sus equipos o instalaciones.

    La resolución 1738 del Consejo de Seguridad, aprobada en 2006, dice explícitamente que los periodistas y los medios no pueden ser considerados objetivo militar. En realidad, los ataques de Gaza de estos días nos recuerdan al del Hotel Palestina, en Irak, donde perdieron la vida los reporteros José Couso y Taras Protsyuk. La tenacidad de las principales organizaciones de periodistas,  también y muy especialmente de la familia Couso, hasta que se han sabido los principales detalles de aquel aciago 8 de abril de 2003, ha sido extraordinaria. Los disparos fueron lanzados desde un tanque estadounidense M1 Abrams, bajo responsabilidad del teniente coronel Philip DeCamp, del capitán Philip Wolford  y del sargento Shawn Gibson (según la acusación del juez Santiago Pedraz). La investigación forma parte de la lucha contra la impunidad internacional. Los tres militares están acusados de homicidio y –aunque no lleguen a comparecer ante un tribunal- esa acusación les daña individual, personalmente, de manera indefinida, tanto como al prestigio de su país.  Israel debería asimilar el ejemplo.

    Si los israelíes creen estar siempre en inferioridad mediática, porque la mayoría de los medios actúan (así lo creen muchos allí) con prejuicios conscientes o inconscientes contra su política, no es sólo por sus ataques; sino también por su razonamiento ante el comportamiento de los medios. En 2009, Israel prohibió el acceso de los periodistas a Gaza. Ahora atacan las sedes de los órganos de prensa y televisión: forma parte del mismo error. Avital Leibovich y sus jefes deberían alejarse de sus propias obsesiones estratégicas y mediáticas, si desean aumentar la simpatía por su causa. Si siguen, el día 23 de noviembre, Jornada Internacional contra la Impunidad de los crímenes de periodistas, se volverá a recordar inevitablemente. Pero Israel, si no implacable, es pertinaz en sus valoraciones. Y el mundo tiene la impresión de que los dirigentes israelíes responden, casi siempre, con órdenes absurdas de alejamiento. También con ataques desproporcionados a falsos culpables. Los periodistas son parte de esas obsesiones pertinaces de Israel.

    http://es.euronews.com/2012/11/18/israel-ataca-dos-centros-de-prensa-en-gaza/

    Comunicado de la FIP 2012:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-calls-for-probe-into-media-targeting-in-gaza-violence

    Comunicado de la FIP 2009:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-praises-courageous-journalists-as-mission-enters-gaza

     

     

    myblog 61 días antes
  • pacoaudije updated a blog entry Israel empeñado en e...

    Los ataques de Israel a -al menos- dos edificios de medios de comunicación en Gaza no tienen justificación alguna. Tampoco deben relacionarse con sus represalias militares por los cohetes lanzados por activistas de Hamas. Eso pertenece a otro ámbito y esos ataques son claramente premeditados: implican una voluntad y responsabilidad precisas. 

     Avital Leibovich, portavoz israelí, lo ha reconocido de algún modo: “Obviamente, sabíamos que había periodistas en ese edificio”, ha declarado, “pero mi consejo es que los periodistas que se encuentran en Gaza se alejen de las posiciones de Hamas”. Me recuerda a una familiar mía, anciana y casi analfabeta, que me aconsejó alejarme de las cafeterías tras el atentado de la cafetería Rolando, en la calle del Correo (Madrid, 1974). Porque Gaza es un lugar en el que es imposible apartarse de nada, ya que una muchedumbre de civiles palestinos se ve obligada a vivir apelotonada en  un territorio ínfimo: hay una densidad de población de 4.200 personas por km2. Para hacernos una idea, podemos señalar que la capital de Estados Unidos, Washington, no llega a 3.500 habitantes por km2. De modo que en Gaza es muy difícil “alejarse”. La misma población del lugar está alejada de toda posibilidad de escapar en masa. Está encerrada allí. Leibovich dice que atacaron únicamente para destruir la antena del tejado y que los periodistas son también “escudos humanos” para Hamas.  Puede ser, pero esa alegación no tiene mucho sentido. Todo y todos se ve convertido en escudo dentro de la enorme concentración humana (inhumana) que hay en Gaza. El hecho es que hay docenas de víctimas civiles y que los periodistas se mueven en edificios seleccionados como objetivo militar por Israel. Desde luego, también los israelíes civiles se sienten amenazados, aunque no sea en los mismos términos. Como consecuencia de las bombas lanzadas contra la prensa, el camarógrafo Khader al Zarah ha perdido una pierna y otra media docena de colegas están heridos, en esos ataques contra unos inmuebles que albergan a Al Quds TV y otros medios palestinos, pero también a Sky News, la televisión rusa, a medios alemanes e italianos, a la cadena Al Arabiya TV y a otros medios internacionales. “Pedimos una investigación completa por parte de Naciones Unidas y que la ONU emprenda acciones contra el gobierno de Israel”, ha declarado el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim Boumelha.

    Por mi ubicación personal entonces, en 2009, participé desde Bruselas en la organización de una misión internacional de periodistas, que entró en Gaza durante el conflicto similar de aquel año. Ya entonces hubo ataques muy parecidos. La FIP difundió un elogio de la prensa local que sufría los ataques, pero que tenía el valor de convertirse en los ojos del mundo para que pudiéramos ver los efectos de la guerra. Aquella delegación internacional condenó a Israel por bloquear la entrada de periodistas en Gaza, pero también a Hamas por “amenazar e intimidar” a nuestros colegas. Quizá es importante recordarlo y llamar la atención sobre todo ello porque aquella ofensiva militar duró casi un mes. No sabemos lo que puede durar ahora. Tampoco donde puede terminar.

    Algunos medios confirman llamadas de teléfono y mensajes para que los medios de comunicación evacuen los edificios que utilizan. Como si eso pudiera servir de justificación a posteriori. En este sentido, hay que recordar que las Naciones Unidas aprobaron la primavera pasada un Plan de Acción de la ONU por la Seguridad de los Periodistas y contra la impunidad. Hay que recordar también que el artículo 79 del Protocolo Adicional de la 4ª Convención de Ginebra, que Israel ha suscrito, concede a los periodistas la misma protección que a otros civiles durante los conflictos armados. Del mismo modo, la resolución 1738, aprobada a instancias de la FIP (que tiene carácter de organización consultiva en la ONU), condena los ataques a los medios de comunicación, periodistas y personal colaborador y pide una especial protección para ellos, sus equipos o instalaciones.

    La resolución 1738 del Consejo de Seguridad, aprobada en 2006, dice explícitamente que los periodistas y los medios no pueden ser considerados objetivo militar. En realidad, los ataques de Gaza de estos días nos recuerdan al del Hotel Palestina, en Irak, donde perdieron la vida los reporteros José Couso y Taras Protsyuk. La tenacidad de las principales organizaciones de periodistas,  también y muy especialmente de la familia Couso, hasta que se han sabido los principales detalles de aquel aciago 8 de abril de 2003, ha sido extraordinaria. Los disparos fueron lanzados desde un tanque estadounidense M1 Abrams, bajo responsabilidad del teniente coronel Philip DeCamp, del capitán Philip Wolford  y del sargento Shawn Gibson (según la acusación del juez Santiago Pedraz). La investigación forma parte de la lucha contra la impunidad internacional. Los tres militares están acusados de homicidio y –aunque no lleguen a comparecer ante un tribunal- esa acusación les daña individual, personalmente, de manera indefinida, tanto como al prestigio de su país.  Israel debería asimilar el ejemplo.

    Si los israelíes creen estar siempre en inferioridad mediática, porque la mayoría de los medios actúan (así lo creen muchos allí) con prejuicios conscientes o inconscientes contra su política, no es sólo por sus ataques; sino también por su razonamiento ante el comportamiento de los medios. En 2009, Israel prohibió el acceso de los periodistas a Gaza. Ahora atacan las sedes de los órganos de prensa y televisión: forma parte del mismo error. Avital Leibovich y sus jefes deberían alejarse de sus propias obsesiones estratégicas y mediáticas, si desean aumentar la simpatía por su causa. Si siguen, el día 23 de noviembre, Jornada Internacional contra la Impunidad de los crímenes de periodistas, se volverá a recordar inevitablemente. Pero Israel, si no implacable, es pertinaz en sus valoraciones. Y el mundo tiene la impresión de que los dirigentes israelíes responden, casi siempre, con órdenes absurdas de alejamiento. También con ataques desproporcionados a falsos culpables. Los periodistas son parte de esas obsesiones pertinaces de Israel.

    http://es.euronews.com/2012/11/18/israel-ataca-dos-centros-de-prensa-en-gaza/

    Comunicado de la FIP 2012:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-calls-for-probe-into-media-targeting-in-gaza-violence

    Comunicado de la FIP 2009:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-praises-courageous-journalists-as-mission-enters-gaza

     

     

    myblog 61 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Israel empeñado en e...

    Los ataques de Israel a dos edificios de medios de comunicación en Gaza no tienen justificación alguna. Tampoco deben relacionarse con sus represalias militares por los cohetes lanzados por activistas de Hamas. Eso pertenece a otro ámbito y esos ataques son claramente premeditados: implican una voluntad y responsabilidad precisas.

     

     Avital Leibovich, portavoz israelí, lo ha reconocido de algún modo: “Obviamente, sabíamos que había periodistas en ese edificio”, ha declarado, “pero mi consejo es que los periodistas que se encuentran en Gaza se alejen de las posiciones de Hamas”. Me recuerda a una familiar mía, anciana y casi analfabeta, que me aconsejó alejarme de las cafeterías tras el atentado de la cafetería Rolando, en la calle del Correo (Madrid, 1974). Porque Gaza es un lugar en el que es imposible apartarse de nada, ya que una muchedumbre de civiles palestinos se ve obligada a vivir apelotonada en  un territorio ínfimo: hay una densidad de población de 4.200 personas por km2. Para hacernos una idea, podemos señalar que la capital de Estados Unidos, Washington, no llega a 3.500 habitantes por km2. De modo que en Gaza es muy difícil “alejarse”. La misma población del lugar está alejada de toda posibilidad de escapar en masa. Está encerrada allí. Leibovich dice que atacaron únicamente para destruir la antena del tejado y que los periodistas son también “escudos humanos” para Hamas.  Puede ser, pero esa alegación no tiene mucho sentido. Todo y todos se ve convertido en escudo dentro de la enorme concentración humana (inhumana) que hay en Gaza. El hecho es que hay docenas de víctimas civiles y que los periodistas se mueven en edificios seleccionados como objetivo militar por Israel. Desde luego, también los israelíes civiles se sienten amenazados, aunque no sea en los mismos términos. Como consecuencia de las bombas lanzadas contra la prensa, el camarógrafo Khader al Zarah ha perdido una pierna y otra media docena de colegas están heridos, en esos ataques contra unos inmuebles que albergan a Al Quds TV y otros medios palestinos, pero también a Sky News, la televisión rusa, a medios alemanes e italianos, a la cadena Al Arabiya TV y a otros medios internacionales. “Pedimos una investigación completa por parte de Naciones Unidas y que la ONU emprenda acciones contra el gobierno de Israel”, ha declarado el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim Boumelha.

    Por mi ubicación personal entonces, en 2009, participé desde Bruselas en la organización de una misión internacional de periodistas, que entró en Gaza durante el conflicto similar de aquel año. Ya entonces hubo ataques muy parecidos. La FIP difundió un elogio de la prensa local que sufría los ataques, pero que tenía el valor de convertirse en los ojos del mundo para que pudiéramos ver los efectos de la guerra. Aquella delegación internacional condenó a Israel por bloquear la entrada de periodistas en Gaza, pero también a Hamas por “amenazar e intimidar” a nuestros colegas. Quizá es importante recordarlo y llamar la atención sobre todo ello porque aquella ofensiva militar duró casi un mes. No sabemos lo que puede durar ahora. Tampoco donde puede terminar.

    Algunos medios confirman llamadas de teléfono y mensajes para que los medios de comunicación evacuen los edificios que utilizan. Como si eso pudiera servir de justificación a posteriori. En este sentido, hay que recordar que las Naciones Unidas aprobaron la primavera pasada un Plan de Acción de la ONU por la Seguridad de los Periodistas y contra la impunidad. Hay que recordar también que el artículo 79 del Protocolo Adicional de la 4ª Convención de Ginebra, que Israel ha suscrito, concede a los periodistas la misma protección que a otros civiles durante los conflictos armados. Del mismo modo, la resolución 1738, aprobada a instancias de la FIP (que tiene carácter de organización consultiva en la ONU), condena los ataques a los medios de comunicación, periodistas y personal colaborador y pide una especial protección para ellos, sus equipos o instalaciones.

    La resolución 1738 del Consejo de Seguridad, aprobada en 2006, dice explícitamente que los periodistas y los medios no pueden ser considerados objetivo militar. En realidad, los ataques de Gaza de estos días nos recuerdan al del Hotel Palestina, en Irak, donde perdieron la vida los reporteros José Couso y Taras Protsyuk. La tenacidad de las principales organizaciones de periodistas,  también y muy especialmente de la familia Couso, hasta que se han sabido los principales detalles de aquel aciago 8 de abril de 2003, ha sido extraordinaria. Los disparos fueron lanzados desde un tanque estadounidense M1 Abrams, bajo responsabilidad del teniente coronel Philip DeCamp, del capitán Philip Wolford  y del sargento Shawn Gibson (según la acusación del juez Santiago Pedraz). La investigación forma parte de la lucha contra la impunidad internacional. Los tres militares están acusados de homicidio y –aunque no lleguen a comparecer ante un tribunal- esa acusación les daña individual, personalmente, de manera indefinida, tanto como al prestigio de su país.  Israel debería asimilar el ejemplo.

    Si los israelíes creen estar siempre en inferioridad mediática, porque la mayoría de los medios actúan (así lo creen muchos allí) con prejuicios conscientes o inconscientes contra su política, no es sólo por sus ataques; sino también por su razonamiento ante el comportamiento de los medios. En 2009, Israel prohibió el acceso de los periodistas a Gaza. Ahora atacan las sedes de los órganos de prensa y televisión: forma parte del mismo error. Avital Leibovich y sus jefes deberían alejarse de sus propias obsesiones estratégicas y mediáticas, si desean aumentar la simpatía por su causa. Si siguen, el día 23 de noviembre, Jornada Internacional contra la Impunidad de los crímenes de periodistas, se volverá a recordar inevitablemente. Pero Israel, si no implacable, es pertinaz en sus valoraciones. Y el mundo tiene la impresión de que los dirigentes israelíes responden, casi siempre, con órdenes absurdas de alejamiento. También con ataques desproporcionados a falsos culpables. Los periodistas son parte de esas obsesiones pertinaces de Israel.

    http://es.euronews.com/2012/11/18/israel-ataca-dos-centros-de-prensa-en-gaza/

    Comunicado de la FIP 2012:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-calls-for-probe-into-media-targeting-in-gaza-violence

    Comunicado de la FIP 2009:

    http://www.ifj.org/en/articles/ifj-praises-courageous-journalists-as-mission-enters-gaza

     

     

    myblog 61 días antes
  • pacoaudije created a blog entry Según la FEP, el des...

    La Federación Europea de Sindicatos (FEP) se unió a los sindicalistas de todo el continente que apoyaban la Jornada de Acción por el Empleo y la Solidaridad en Europa, organizada el 14 de noviembre por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Del mismo modo que otros sectores, el periodismo sufre una crisis por la pérdida de empleos. Para los periodistas, la crisis no empezó en 2008, sino mucho antes, cuando los patronos de los medios empezaron a reducir mano de obra, a presionar más y más sobre los contenidos, sobre la multiplicación de las plataformas tecnológicas, reduciendo su aportación económica y cada vez con menos personal. En los últimos tres años, la situación se ha agravado. En este sentido, actualmente:

    En Portugal, la radiotelevisión pública RTP está a punto de ser privatizada, lo que amenaza a centenares de empleos y al pluralismo mediático. La agencia de prensa Lusa, de capital mayoritariamente público, está también amenazada por recortes presupuestarios del 30 por ciento, que ponen en peligro su misión de servicio público. En el sector privado, los empleados del periódico Público están bajo amenaza de despido colectivo un año después de haber aceptado rebajar sus salarios. El gobierno portugués prepara subidas brutales de impuestos y se propone disminuir en 4.000 millones de euros los presupuestos de 2013 para la Seguridad Social.

    En Grecia, los periodistas, como los demás trabajadores, ya han sufrido disminuciones de sus sueldos que alcanzan el 35%. Muchos, centenares al menos, han perdido su puesto. Las cifras de desempleo rondan el 30 por ciento. Los convenios colectivos han sido rescindidos o anulados –unilateralmente- bajo presión de la Troika (CE, BCE, FMI), para ser sustituidos por leyes que autorizan la extensión de los contratos individuales temporales.


    Respecto a España y a los periodistas, los despidos recientes en el diario El País han tenido una enorme repercusión en los medios y el periodismo de otros países europeos.

    Respecto a otros lugares del continente, hay que señalar al grupo Schibstedt ha anunciado planes de reducción de sus plantillas de periodistas. Dicho grupo da empleo a una cuarta parte de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación de Noruega. En Francia, el grupo Sud-Ouest (una de las mayores cabeceras de Francia) se prepara a suprimir los contratos de una quinta parte de su personal. Decenas de revistas están cerrando las puertas de muchas salas de redacción en toda Europa. Las mayores radiotelevisiones públicas, como la BBC, France Télévisions o RTVE, mantienen sus proyectos de « reducir costes » y, naturalmente, personal. En toda Europa, miles de periodistas han perdido su empleo o son obligados a seguir trabajando en condiciones precarias, a veces con el mismo empresario que antes aunque con menos seguridad laboral.

    Para señalar esta jornada de acción de la CES, la FEP lanzó un informe sobre « la igualdad de los derechos de los periodistas » ( http://europe.ifj.org/assets/docs/185/012/5396ab9-e36e60c.pdf) mostrando ejemplos de campañas y acciones de los periodistas y de sus organizaciones en Europa. Para defender los puestos y las condiciones de trabajo, así como el derecho a la negociación colectiva. Ante el calado y el impacto de las políticas de austeridad, que se dejan sentir en todos los países europeos, dicho documento ofrece una visión conjunta de los distintos casos y de las experiencias de los demás.

    “Los recortes de los salarios y la protección social representan un ataque en toda regla al modelo social europeo. Asimismo agravan los desequilibrios sociales y favorecen las injusticias”, ha manifestado la CES, impulsora de esta jornada de protestas contra la austeridad, por el empleo y la solidaridad. Según la Confederación Europea de Sindicatos, las huelgas, manifestaciones y otras protestas similares tratan de aumentar la sensibilización pública sobre la situación en Europa.

    La CES y sus afiliados intensifican su campaña contra las medidas de austeridad, mientras la FEP recuerda su preocupación especial por el cuestionamiento de las radiotelevisiones públicas, lo mismo que por la reducción del empleo, público y privado. La FEP se sitúa al lado de los colegas sindicalistas que luchan por el empleo y por un trabajo decente, mientras expresan su inquietud todos los debates -nacionales o europeos- por los recortes que amenazan a los medios de comunicación y que ponen en peligro el acceso de la opinión pública a fuentes múltiples, independientes y fiables.
    Sigue un enlace con el mapa europeo de las protestas: http://www.etuc.org/r/1897

    myblog 65 días antes
  • pacoaudije created a blog entry “El desempleo daña a...

    La Federación Europea de Sindicatos (FEP) se ha unido a los sindicalistas de todo el continente que apoyan la Jornada de Acción por el Empleo y la Solidaridad en Europa, organizada el 14 de noviembre por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Del mismo modo que otros sectores, el periodismo sufre una crisis por la pérdida de empleos. En este sentido, actualmente:

     

    Para los periodistas, la crisis no empezó en 2008, sino mucho antes, cuando los patronos de los medios empezaron a reducir mano de obra, a presionar más y más sobre los contenidos, sobre la multiplicación de las plataformas tecnológicas, reduciendo su aportación económica y cada vez con menos personal. En los últimos tres años, la situación se ha agravado.

    En Portugal, la radiotelevisión pública RTP está a punto de ser privatizada, lo que amenaza a centenares de empleos y al pluralismo mediático. La agencia de prensa Lusa, de capital mayoritariamente público, está también amenazada por recortes presupuestarios del 30 por ciento, que ponen en peligro su misión de servicio público. En el sector privado, los empleados del periódico Público están bajo amenaza de despido colectivo un año después de haber aceptado rebajar sus salarios.    El gobierno portugués prepara subidas brutales de impuestos y se propone disminuir en 4.000 millones de euros los presupuestos de 2013 para la Seguridad Social.

    En Grecia, los periodistas, como los demás trabajadores, ya han sufrido disminuciones de sus sueldos que alcanzan el 35%. Muchos, centenares al menos, han perdido su puesto. Las cifras de desempleo rondan el 30 por ciento. Los convenios colectivos han sido rescindidos o anulados –unilateralmente- bajo presión de la Troika (CE, BCE, FMI), para ser sustituidos por leyes que autorizan la extensión de los contratos individuales temporales.

     
    Respecto a España y a los periodistas, los despidos recientes en el diario El País han tenido una enorme repercusión en los medios y el periodismo de otros países europeos.

    Respecto a otros lugares del continente, hay que señalar al grupo Schibstedt ha anunciado planes de reducción de sus plantillas de periodistas. Dicho grupo da empleo a una cuarta parte de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación de Noruega.    En Francia, el grupo Sud-Ouest (una de las mayores cabeceras de Francia) se prepara a suprimir los contratos de una quinta parte de su personal.     Decenas de revistas están cerrando las puertas de muchas salas de redacción en toda Europa. Las mayores radiotelevisiones públicas, como la BBC, France Télévisions o RTVE, mantienen sus proyectos de « reducir costes » y, naturalmente, personal. En toda Europa, miles de periodistas han perdido su empleo o son obligados a seguir trabajando en condiciones precarias, a veces con el mismo empresario que antes aunque con menos seguridad laboral.

    Para señalar esta jornada de acción de la CES, la FEP lanzó un informe sobre « la igualdad de los derechos de los periodistas » ( http://europe.ifj.org/assets/docs/185/012/5396ab9-e36e60c.pdf) mostrando ejemplos de campañas y acciones de los periodistas y de sus organizaciones en Europa. Para defender los puestos y las condiciones de trabajo, así como el derecho a la negociación colectiva. Ante el calado y el impacto de las políticas de austeridad, que se dejan sentir en todos los países europeos, dicho documento ofrece una visión conjunta de los distintos casos y de las experiencias de los demás.

    “Los recortes de los salarios y la protección social representan un ataque en toda regla al modelo social europeo. Asimismo agravan los desequilibrios sociales y favorecen las injusticias”, ha manifestado la CES, impulsora de esta jornada de protestas contra la austeridad, por el empleo y la solidaridad. Según la Confederación Europea de Sindicatos, las huelgas, manifestaciones y otras protestas similares tratan de aumentar la sensibilización pública sobre la situación en Europa.

    La CES y sus afiliados intensifican su campaña contra las medidas de austeridad, mientras la FEP recuerda su preocupación especial por el cuestionamiento de las radiotelevisiones públicas, lo mismo que por la reducción del empleo, público y privado. La FEP se sitúa al lado de los colegas sindicalistas que luchan por el empleo y por un trabajo decente, mientras expresan su inquietud todos los debates -nacionales o europeos- por los recortes que amenazan a los medios de comunicación y que ponen en peligro el acceso de la opinión pública a fuentes múltiples, independientes y fiables.

    iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/m3nUOH5glpg" frameborder="0" allowfullscreen>

    Siguen un enlace con un mapa europeo de las protestas.

    http://www.etuc.org/r/1897

     

    myblog 65 días antes

MyBlog

Muchas veces en más de treinta añ .....
La Federación Europea de Sindicatos (FEP .....