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Lunes, 18 de Marzo de 2013

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Te recuerdo Víctor

victor-jaraMercedes Arancibia.- Hace 36 años, el 18 de septiembre de 1973, en secreto, en silencio y sin flores, un funcionario y un amigo del cantautor enterraron a Víctor Jara ante la presencia de su viuda. 36 años después, la próxima semana, el artista tendrá por fin un homenaje masivo de tres días de duración, en una ceremonia popular con música y cantos que presidirá el ataúd cubierto con una manta campesina roja con ribetes negros y en un lugar en el centro de Santiago, la Fundación que lleva su nombre, que mantendrá abiertas sus puertas día y noche para que puedan visitarlo todos los chilenos. Después, los restos de Víctor Jara, que fueron exhumados hace seis meses para una autopsia definitiva, recorrerán en romería las calles de la capital chilena para llegar, por fin, a descansar al cementerio General de Santiago.

A Víctor Jara le detuvieron el 11 de septiembre de 1973, el mismo día que Pinochet protagonizó el golpe de Estado que instauraría una de las dictaduras más crueles del siglo XX en Latinoamérica y llevaría al suicidio al presidente socialista Salvador Allende. Junto a otros cinco mil detenidos fue amontonado en un estadio donde le torturaron brutalmente y cinco días después le acribillaron con más de cuarenta disparos. La autopsia efectuada en los últimos meses ha confirmado estos datos, lo mismo que ha venido a desmentir la leyenda, según la cual le habrían amputado las manos para impedir que volviera a tocar la guitarra. Su suerte fue la misma que corrieron muchos otros de aquellos cinco mil detenidos; la misma de quienes más tarde sufrirían violaciones y torturas en las distintas "colonias dignidad" disfrazadas de  villas de recreo para altos funcionarios del execrable régimen chileno. La misma que la de tantas víctimas de las dictaduras argentina, uruguaya y paraguaya implantadas, como la chilena, con la aquiescencia, el apoyo y el dinero de los gobiernos estadounidenses de la época, y la participación directa de sus diversas "agencias"  y servicios secretos varios.

Se supone que, entre aquella pandilla de funcionarios desalmados que acabaron con la vida de cientos de personas en el estadio, a Víctor Jara le tocó un tal José Paredes. Esta noche, 36 años después, su imagen en la pantalla de la televisión ponía los pelos de punta al decir: "Yo soy un mandao".

El caso de Víctor Jara es emblemático porque era una voz pública, un reconocido autor e intérprete de canciones que hacían diana en el mismo corazón de los totalitarismos: Te recuerdo Amanda, Aquí me quedo, El cigarro... Generacionalmente, Víctor Jara era el heredero directo de Violeta Parra.

Aquellos primeros setenta no fueron años buenos para la lírica, tampoco aquí. Franco estaba a punto de iniciar su interminable agonía (aunque todavía le quedarían arreos suficientes  para firmar las últimas condenas a muerte de su trayectoria asesina). En lo político, se ultimaban confabulaciones y acuerdos "para después". Los partidos salían a trompicones de un largo letargo de cuatro décadas, los sindicatos afrontaban el "proceso 1001" con varios de sus dirigentes en la cárcel y los militantes de base repartíamos "propaganda ilegal" entre los amigos y celebrábamos reuniones clandestinas en parroquias y pisos francos. En las manifestaciones, siempre disueltas por una policía agresiva que a veces disparaba al aire -un aire en el que, por cierto, volaban los obreros- cantábamos La Internacional, A las barricadas, L'estaca, Al vent y Te recuerdo Amanda. Lo mismo que cantábamos en el patio de la cárcel de Carabanchel en la primavera de 1972. Más tarde, íbamos a incorporar al repertorio Yo pisaré las calles nuevamente... Entre los ausentes, llorábamos a Víctor Jara.

Te recuerdo Víctor
Comentarios (2)Add Comment
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LAS MANOS DE VÍCTOR
escrito por Miguel Veyrat, noviembre 29, 2009
Tantos años después, mi memoria irrumpe en momentos inesperados cantando en mi interior "Te recuerdo Amanda" y sube a la garganta, de pronto, todo un ácido muy amargo. Nadie ni nada podrá reparar ya los días de muerte y odio a que dio lugar el golpe de Pinochet y Nixon al alimón, con Milton Friedman riéndose al fondo. Thatcher ya se preparaba entonces para asumir la doctrina de Chicago, "romper la espina dorsal" a las Trade Union en cuanto llegase al poder, apoyar su falseada guerra de las Falklands en los aeropuertos y la "inteligencia" de Pinochet y finalmente dejarle escaparse con una morisqueta al mundo democrático. Bono ha recordado oportunamente ese rescate en la memoria de todos, sarcasmo al levantarse de la silla de ruedas, sarcasmo a todo el orbe católico al recibir piadosamente la comunión... Te recordamos Víctor, y nos alegramos de saber que finalmente no te cortaron las manos... su espíritu sigue vibrando en las nuestras.smilies/cry.gif
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Memoria histórica
escrito por Rafael Jiménez, noviembre 29, 2009
Saber la verdad

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Última actualización el Jueves 19 de Agosto de 2010 07:38