PES.- Los libros de los poetas y escritores turcos Nazim Hikmet, Aziz Nesin, Musa Anter et Ismail Besikci, el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, “La caída de París” de Ilia Ehrenburg, “La filosofía en el tocador” del Marqués de Sade e incluso el “Mem-u Zin”, escrito en el siglo XVII por el turco Exmedê Xanî, y hasta casi 23.000 volúmenes más prohibidos durante sesenta años vuelven a las librerías turcas a partir del sábado 5 de enero de 2013.
A principios de julio pasado, explica un despacho de la agencia italiana Ansa reproducido por el digital LibreRed, el parlamento turco adoptó una ley según la cual se iba a poner fin a todas las decisiones judiciales o administrativas establecidas antes de 2012 relativas al “secuestro, prohibición u obstáculo a la venta y la distribución de publicaciones”, siempre que no fueran “confirmadas” por un juez en el plazo de seis meses.
Según el diario L’Orient-Le Jour, el fiscal de la República, Kürsat Kayral, anunció públicamente en diciembre de 2012 que no se iba a renovar “ninguna de las prohibiciones existentes en su jurisdicción de la capital”, Ankara, devolviendo así la libertad a una lista de 453 libros y 645 periódicos, que estaba en manos de la policía, y confirmando a la Agencia France Press que el 5 de enero se levantarían todas las prohibiciones. “El plazo acaba de finalizar sin que se haya producido ninguna sentencia judicial para renovar la prohibición”, ha dicho el presidente de la Unión de Editores de Turquía (TYB), Metin Celal Zeynioglu.
Siempre según el despacho de Ansa, Serán rehabilitados muchos autores comunistas, entre ellos José Stalin y su “Historia del partido Comunista Bolchevique de la Unión Soviética”, y Lenin, con “Estado y Revolución”. También vuelven a la legalidad una historieta, un atlas, un ensayo sobre la cuestión kurda y un informe sobre la situación de los derechos humanos en Turquía.
La información de L’Oriente-Le Jour explica que las prohibiciones de libros y periódicos en Turquía no se hacían de forma centralizada, de manera que es muy difícil establecer el número exacto de publicaciones que van a recobrar la libertad, aunque sin duda se acerca mucho a la cifra de 23.000: “Las prohibiciones procedían de diversas instituciones, en diferentes ciudades y en distintas épocas”. Por otra parte, según el presidente de la TYB, el alcance de la medida es fundamentalmente simbólico porque “muchas de esas prohibiciones se han ido olvidando con el tiempo y los editores habían recomenzado ya a imprimir algunos de los libros prohibidos”. Entre los ejemplos, las obras completas de Nazim Hikmet, muerto en 1963 en el exilio en Moscú, que llevan varios años en los escaparates de las librerías.
Aunque la oposición turca al gobierno del primer ministro ultraconservador Recep Tayyip Erdoğan tiene sus reservas sobre el alcance real de la medida, según el presidente de los editores tendrá al menos una consecuencia inmediata: “la libertad de muchos estudiantes, detenidos en las manifestaciones, que continúan en la cárcel porque tenían en sus casas libros prohibidos. Esto ya no podrá seguir siendo un pretexto legal”.
Un artículo, publicado en abril de 2012 en un blog del digital francés Mediapart, aseguraba que, según el Ministro del Interior turco, en el país se habían prohibido más de 22.600 libros en los últimos sesenta años: “En respuesta a una pregunta formulada por un diputado del partido kemalista CHP, principal formación de la oposición, relativa a la prohibición de libros en las cárceles, el ministro del Interior, Idris Naim Sahin, aseguro el 14 de abril que desde 1952 de habían prohibido 22.601 libros”.
El autor, Maxime-Azadi, añadía que “miles de personas se encuentran en las cárceles del país por haber expresado sus opiniones”, en el marco de la ley antiterrorista (TMK). Según el último informe de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), titulado “La institucionalización del estado policial”, 11.994 personas fueron juzgadas en 2010 por “hacer propaganda de una organización terrorista” y en 2011 el gobierno ordenó el bloqueo de 6.504 páginas de Internet.
Por su parte, la página informativa sobre derechos humanos Bianet recuerda que, en ese año, siete periódicos turcos fueron embargados hasta once veces y nueve revistas 16 veces, y que se prohibieron nueve carteles, dos pancartas y tres libros. Además, 33 canales de televisión recibieron advertencias del gobierno en 41 ocasiones, y una emisora de radio en tres. El Consejo Superior del Audiovisual turco (RTÜK) emitió 383 advertencias a 500 medios de comunicación (480 a canales de televisión y 20 a emisoras de radio). En 2011 la policía irrumpió en los locales de seis medios de comunicación.
Al mismo tiempo, Turquía sigue siendo la mayor cárcel del mundo para los periodistas (de algunos países –como China. Vietnam del Norte o Corea del Norte, así algunas pequeñas repúblicas exsoviéticas- se desconocen las cifras), según la Plataforma de Apoyo a los Periodistas Encarcelados (TGDP): en abril de 2012 estaban encarcelados 91 periodistas, entre los que había 18 directores y redactores jefes.
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