PES.- Un fotógrafo murió ayer martes al ser atropellado después de haber tomado fotos al Ferrari blanco de Justin Bieber a bordo de su. Según la primera información de Los Angeles Times, el incidente tuvo lugar en Sepúlveda Boulevard, cerca de Getty Center Drive poco antes de 18:00 horas. El coche deportivo de Bieber había sido detenido por la Patrulla de Carreteras de California en un control de tráfico, según fuentes policiales. El fotógrafo se bajó de su coche para fotografiar la escena. Tras haber tomado las fotos y cuando corría de vuelta a su auto, el paparazzo fue atropellado por un coche que circulaba justo a esa altura de Sepúlveda.
En un primer momento se dijo que no estaba claro si Bieber se encontraba dentro del coche deportivo cuando ocurrió el accidente. Informaciones posteriores informan de que el famoso cantante canadiense no se hallaba a bordo; había prestado el Ferrari, valorado en 200.000 dólares, a dos amigos.
El Departamento de Policía de Los Angeles está investigando el incidente, y no ha presentado cargos contra el conductor que causó la muerte del fotógrafo. Al cierre de esta información, el nombre del papparazzo fallecido todavía no ha sido hecho público
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“Paparazzo”, singular de “paparazzi” (PES, El español en los medios, 2 de enero de 2012)
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La última palabra la establecerá la investigación correspondiente. Si nos atenemos al contenido de las noticias dadas, fue un lamentable accidente donde el fotógrafo, preocupado de una toma Paparazzi, se olvidó de sí mismo y, lo peor, de adoptar las precauciones necesarias en un sitio como en el que estaba.
En el fotoperiodismo se corren riesgos muy continuamente. Me recuerdo de las carreras hípicas, donde alguna vez las tomaba cerca de la meta y de pie en la pista misma, junto con colegas, debiendo tener gran cuidado pues en la fase final los caballos son exigidos al máximo y se producen esfuerzos de última hora por fuera (uno podría quedar en medio o atravesado). O fotografiando aviones deportivos, concentrados en una toma, más de alguno se aproximo a una hélice en funciones y fin.
Cuando viajo por carreteras siempre ando con la cámara cerca y me bajo a realizar tomas diversas de interés, incluyendo los paisajes, pero, a la vez, estoy alerta al tránsito y, además, me pongo un chaleco reflectante; prefiero verme ridículo o aparatoso, para así disminuir los riesgos. Pero...esto lo aprendí con la experiencia y con más de alguna "salvada" providencial en las rutas que, en su momento, me hicieron traspirar helado.