Desde que su gobierno comenzó a aprobar medidas antisociales para salir de la crisis, dos ideas centrales han impregnado el discurso de Mariano Rajoy: estas reformas “carecen de alternativa” y además “son la única vía para recuperar el crecimiento económico en nuestro país”.
A la vista del impacto social y económico que el programa oculto del PP está generando en España, y teniendo en cuenta la propia naturaleza de las medidas, (así como la historia reciente de los países que sufrieron el azote del neoliberalismo), podemos concluir que el presidente del Gobierno miente en sus dos afirmaciones.
La actual política económica posee una clara alternativa (incluso sin salir del modo de producción capitalista) en las políticas keynesianas que ayudaron a los Estados Unidos a superar la crisis de 1929. Subir los salarios, aumentar el nivel de protección social e invertir dinero público en la economía productiva para crear empleo (aun a costa de incrementar el déficit), son las sales necesarias para que el capitalismo pueda hacer la digestión de las comilonas que episódicamente se ofrece a sí mismo.
Miente también el presidente del Gobierno cuando afirma que los recortes presupuestarios o las subidas de los impuestos indirectos son el camino para la recuperación económica en España. Todos los informes técnicos nacionales e internacionales que se publican sobre la economía de nuestro país coinciden en señalar a la debilidad de nuestra demanda interna como el principal obstáculo para la recuperación.
Así pues, penalizando el consumo y recortando la renta disponible de los trabajadores del sector privado, de los funcionarios, de los desempleados, de los pensionistas o de los cuidadores de dependientes, no sólo no mejorará la economía, sino que ésta caerá más en picado todavía. Los Mercados internacionales ya lo están sentenciando así cuando colocan a la prima de riesgo y a los intereses de la deuda española en máximos históricos.
Nadie confía ya en Mariano Rajoy y en su pandilla de seudogobernantes: ni los Mercados, ni la ciudadanía, ni los socios comunitarios, ni los partidos centroderechistas que habitualmente apoyan a Moncloa en su tarea de gobierno, ni las grandes instituciones económicas internacionales,… Nadie, absolutamente nadie.
La salida de todo cobarde es derivar las culpas hacia los demás. Esta es la estrategia de Rajoy y de los publicistas que le rodean. Hablar de “arrimar el hombro” o de “la herencia recibida” sólo sirve para que el actual régimen se aferre al poder sin ofrecer en ningún momento una explicación científica acerca de las razones por las cuales la reducción del consumo durante una época de crisis produce la recuperación de la economía.
La única salida digna para Mariano Rajoy en estos momentos es reconocer el fracaso del neoliberalismo, arrojarlo al basurero de la historia del que nunca debió haber salido, dimitir como presidente del Gobierno y convocar una nuevas elecciones generales para que otras personas dispuestas a cumplir la Constitución y a escuchar a la ciudadanía nos saquen de las arenas movedizas en las que nos metieron los grandes especuladores, empresarios y banqueros de este país.
Todo lo demás es persistir en el error y perder el tiempo.
Javier Grimal – Director de cronicadearagon.es

Subida del I.V.A y bajada de sueldo…. Recortes en Educación y Salud, pero donaciones de más de 23 millones de euros para salvar un banco? Porque el no cumplimiento de su programa electoral no tiene penalización? Nos quieren ayudar y votan para poder viajar en bussines? Y como esto mucho y mucho más que nos enteramos día a día. En qué país vivimos? A donde vamos a llegar? Que será de nosotros? Tendremos que emigrar? Hasta que punto aguantaremos? Que mas necesitamos los ciudadanos que elegimos ese partido para que nos gobernase, para darnos cuenta que nos están estafando y que deberíamos de denunciar todos con nuestra voz y escritura?
Firmado: Ángeles Muñoz Lopez-Cepero