PES- El tribunal ruso de Berezniki, en los Urales, rechazó el miércoles 16 de enero de 2013 el recurso presentado por Maria Alekhina, miembro del grupo Pussy Riot, para retrasar el cumplimiento de la condena de dos años en un campo de trabajo hasta el momento en que su hijo, de cinco años, sea algo mayor.
Solo pedía ver crecer al niño y los jueces han decidido rechazar la demanda presentada por la joven a finales de 2012. Su recurso está previsto en la ley rusa: los tribunales pueden retrasar el cumplimiento de las condenas en las mujeres con hijos pequeños hasta que alcancen la edad de 14 años. El tribunal ha sentenciado basándose en el hecho de que el juez moscovita que dictó la condena ya tuvo en cuenta que María tiene un hijo pequeño.
“La decisión anunciada hoy por un tribunal ruso de no permitir que se aplace a una fecha posterior la condena de Maria Alekhina, integrante del grupo Pussy Riot, agrava la injusticia que ya se está cometiendo con la cantante punk encarcelada”, según un comunicado de Amnistía Internacional (AI).
“La resolución es una parodia más de la justicia. Para empezar, las tres cantantes de Pussy Riot no deberían haber sido procesadas. La decisión de hoy demuestra una vez más la intransigencia de las autoridades rusas en su represión de la libertad de expresión”, ha dicho David Diaz-Jogeix, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Maria Alekhina y Nadezhda Tolokonnikova deben quedar en libertad inmediata e incondicional, mientras que la condena condicional de Ekaterina Samutsevich debe ser anulada.”
Maria Alekhina fue acusada, junto con Nadezhda Tolokonnikova y Ekaterina Samutsevich, también integrantes de Pussy Riot, de “gamberrismo por motivos de odio religioso” tras cantar una canción, pidiendo a la “santa virgen” que “eche a Putin”, en la principal catedral ortodoxa de Moscú, en febrero de 2012. Ekaterina Samutsevich quedó en libertad en la vista de apelación y Nadejda Tolokonnikova, quien cumple condena en otro campo de Mordovia, a 500 km. al este de Moscú, también madre de una niña pequeña, ha presentado un recurso similar al de su compañera para el que todavía no se ha fijado fecha.
“Maria Alekhina y Nadezhda Tolokonnikova deben quedar en libertad inmediata e incondicional, mientras que la condena condicional de Ekaterina Samutsevich debe ser anulada”, finaliza el comunicado de AI, que considera que el juicio de las cantantes de Pussy Riot tuvo motivaciones políticas y que las tres fueron procesadas indebidamente por lo que constituía una acción legítima –aunque potencialmente ofensiva– de protesta.
La organización humanitaria considera a Maria Alekhina y Nadezhda Tolokonnikova presas de conciencia, recluidas exclusivamente por la expresión pacífica de sus creencias.
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