PES- Mientras en varias localidades de Mali continúan los bombardeos de los ejércitos local y francés en su guerra contra el “terrorismo islamista” que amenaza no solo todo el Sahel , sino también a Francia y Europa, en palabras del presidente francés, el socialista François Hollande –quien el viernes 11 de enero de 2013 decidió prácticamente por sorpresa, lanzar la ofensiva “en respuesta a una demanda del presidente de Mali, Traoré”-, la organización humanitaria internacional Médicos sin Fronteras (MSF) pide a todas las partes en conflicto que autoricen el acceso de las ONG a la región de Konna y permitan que puedan hacer llegar medicinas a todas las zonas afectadas por la guerra.
Según un comunicado de la organización, fechado en Bruselas, desde el lunes 14 MSF está negociando con las diferentes partes implicadas en el conflicto –las autoridades militares y civiles malienses, el ejército y el gobierno francés- conseguir autorización para enviar equipos médicos a Konna, sin conseguirlo. Hasta el momento, sigue el comunicado, el ejército maliense tiene cerradas todas las carreteras de acceso a esa ciudad del centro del país.
“A pesar de nuestras repetidas demandas, siguen negándonos el acceso a la región de Konna”, lamenta Malik Allaouna, director de operaciones de MSF. “Es esencial que permitan el envío de ayuda médica y humanitaria neutral e imparcial a las zonas afectadas pro el conflicto. Pedimos a todas las partes implicadas no solo que respeten a la población civil sino también la actuación de las organizaciones humanitarias”.
Actualmente, MSF intenta enviar un equipo médico a Konna para que evalúe las necesidades de ayuda médica y humanitaria. “MSF lleva varios meses trabajando tanto en las zonas gubernamentales como en las controladas por los diferentes grupos armados, en el norte de Mali”, explica Malik Allaouna. “Pero desde el comienzo de la ofensiva de las fuerzas malienses y francesas no podemos atravesar las líneas del frente, a pesar de nuestra neutralidad. Hay regiones enteras a las que se les ha cortado toda la ayuda exterior”.
MSF continúa con su actividad habitual en las regiones de Mopti, Tombuctu y Gao. En Douentza, donde el equipo de MSF lleva varios días bloqueado sin posibilidad de abastecimiento, los pacientes están acudiendo poco a poco al centro donde la organización ha instalado sus consultas médicas.
Los equipos de MSF en Mali se componen de unas 450 personas malienses y 50 de diversas nacionalidades. MSF trabaja también en el sur del país, llevando a cabo actividades nutricionales en la región de Koutiala, y atiende a muchos malienses refugiados en los países limítrofes.
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