Reinaldo López

El Pleno del Ayuntamiento de Leganés exigió ayer por segunda vez en esta legislatura la dimisión del alcalde del PP, Jesús Gómez, y por primera vez la del concejal de Seguridad, Juan Carlos Cenamor, tras haber destituido a tres mandos de la Policía Local y a otro agente, delegado sindical, atribuyéndoles presuntos delitos por los que ni siquiera han sido llamados a declarar y sobre los que ningún juez se ha pronunciado.

Para ello han tomado como excusa la celebración de unas oposiciones a Policía (nada que ver con actos de servicio) en la que uno de los agentes que formó parte del tribunal junto a otras 24 personas, mantenía vínculos familiares con uno de los opositores, pero que ya fue sancionado en su momento, hace 3 años. También se da el agravante de que el denunciante en el juzgado fue el antes portavoz de la oposición y ahora alcalde, Jesús Gómez, quien una vez más ha decidido convertirse en juez y tomar medidas “cautelares”, esta vez bajo la firma del concejal de Seguridad.

Unos 80 agentes de Policía Local asistieron una vez más al Pleno como público en apoyo de sus mandos, y fueron increpados por el alcalde -quien dudó en público y a voz en grito de su condición de policías- y provocados gestualmente por el portavoz del PP, Juan Manuel Álamo, tristemente conocido como el concejal espía, por haber realizado una grabación de audio sin permiso en la Junta de Portavoces del pasado 29 de noviembre y seguir en sus cargos políticos. Desde entonces los portavoces de la oposición se ausentan de la Cámara en cada una de sus intervenciones.

Asimismo ya existe una sentencia en la que una juez declara “despidos políticos” los realizados por este concejal espía en la empresa municipal de comunicación, y cuyos trabajadores tuvieron que ser readmitidos: Una auténtica purga ideológica que ahora se repite en un área tan delicada como la de la Seguridad Ciudadana, en la que a día de hoy se vive una situación irrespirable, con unas relaciones absolutamente deterioradas entre los agentes y sus responsables políticos.

De hecho Cenamor reconoció en el Pleno de ayer que conocía las opciones políticas de los 4 destituidos y también la de los 25 agentes incorporados.

El portavoz del Grupo Municipal Socialista y miembro de la ejecutiva PSM PSOE, Rafael Gómez Montoya, ha declarado que “si lo que el PP quiere es dejar de gobernar en Leganés, no tienen más que hacerlo saber y abandonar esta sucesión de desastres políticos y de gestión con los que parecen estar clamando por el relevo, porque es toda la ciudad la que se está viendo seriamente perjudicada”.

Incompatibilidad del concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Recuenco

El Grupo Municipal Socialista exige la dimisión inmediata del concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Recuenco, quien debe asumir su compromiso público realizado ayer, al asegurar que dimitiría si era cierto que había continuado ejerciendo como abogado hasta al menos septiembre de este año, tal y como le indicó el portavoz socialista, Rafael Gómez Montoya.

Se da la circunstancia de que Recuenco ha llevado como abogado la causa personal de un ciudadano que no consiguió plaza en las oposiciones a Policía Local hace 3 años, circunstancia aprovechada en su momento también por el entonces portavoz del PP en la oposición y ahora alcalde, Jesús Gómez, para denunciar la composición del tribunal.

Un documento del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº14 de Madrid así lo certifica, con registro de entrada fechado el pasado 25 de septiembre.

Peticiones de dimisión

El Pleno ha exigido ya por dos veces la dimisión del alcalde del PP, esta vez por destituir a la cúpula de la Policía Local tomando como excusa este mismo asunto, cuando ya se aplicaron en su momento las pertinentes sanciones. El Pleno también ha aprobado el cese o dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Cenamor, quien firma las destituciones de la cúpula de la Policía Local, del portavoz espía que realizó una grabación de audio en una Junta de Portavoces, Juan Manuel Álamo, de la concejala de Educación Concepción Pastor, por “regalar” una parcela pública a una empresa para construir un colegio privado, la de la concejala de Obras Beatriz Tejero por realizar un dictado a los trabajadores de su delegación a modo de prueba caligráfica, la de Noemí Selas por el abandono absoluto y literal de sus delegaciones (Deportes, Festejos y Participación Ciudadana), y ahora es Miguel Ángel Recuenco quien debe dimitir ya no sólo por la incompatibilidad demostrada, sino porque además dio su palabra.

Todas estas exigencias de dimisiones aprobadas en Pleno, y por ejemplo todas las mociones aprobadas ayer por los grupos de la oposición no se llevan a término en Leganés, una ciudad en la que el alcalde del PP no respeta las votaciones democráticas de la Cámara de representación de la ciudadanía.

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