Ha nacido TMEX. Acrónimo de un inicial
proyecto llamado Telemadrid en el Exilio, y que, a la vista de cómo se han
desarrollado los acontecimientos, siempre tan rápidos, ha dejado en el olvido
ese sustantivo tan adjetivo: exilio.
Los hombres y mujeres que han formado
TMEX son, sí, ex-trabajadores de Telemadrid, expulsados de su puesto de trabajo
por un ERE que terminó sin acuerdo y presentado por presuntas razones
económicas. Serán los tribunales los que decidan si el ERE que acabó con el
puesto de trabajo de 826 personas (y que no ha terminado, en marzo saldrán
algunos más) fue ajustado a derecho. No se hable más.
El proyecto TMEX lleva funcionando, en
germen, desde que muchos de los trabajadores de Telemadrid, en desacuerdo con
la línea de actuación manipuladora y entregada a las directrices del PP de Madrid, decidieran
salir con sus cámaras y equipos propios y, quitándose horas de ocio, acercarse
a colectivos y problemas que nunca tendrían cobertura en la Televisión regional
de todos los madrileños: huelgas por la educación y la sanidad públicas, desahucios,
trabajadores de empresas afectadas por ERES, colectivos desfavorecidos, etc.
Lo que empezó como germen, y se fraguó
en una asamblea el 5 de diciembre de 2012, en plena huelga contra el ERE que
destruiría los 826 empleos- fijos, contratados, interinos- ha acabado en un
proyecto ilusionante en el que muchos ciudadanos se han sentido identificados. TMEX
ha estado con los madrileños, y, lo mejor, TMEX ha estado con la noticia. La grandísima
manifestación del 23-F: con pocos medios, talento y voluntad, fue contada en la
web casi al minuto.
Reproduzco aquí algunas impresiones
de la gente que trabajó en el
dispositivo: "He tenido sensaciones que hacía mucho que no tenía....estar
en la calle, reencontrarte con la gente, como hace muchos años hacíamos en
Telemadrid..." "Nos han animado, nos han preguntado ¿dónde podemos
veros? ¿cuándo va a salir?". "Hemos trabajado con el vigor y la
tensión informativa de antes...sabiendo que nos debemos a la gente y a lo que
estaba pasando".
Las bienvenidas a TMEX han llegado de
todas partes: diarios digitales, de papel, páginas y plataformas de ciudadanos,
de las "mareas"... las que más me gustan, las de la Asociación de la
Prensa de Madrid y la FAPE. Han saludado a TMEX.
Pero también ha habido críticas: o
crítica, solo una. La de Libertad Digital. Dicen que "los trabajadores
preparaban su propia televisión durante la huelga", como gran defecto del
nuevo proyecto. Un proyecto que no tiene detrás ni dinero, ni patrocinadores,
ni ningún lobby que lo financie. Según Libertad Digital, la gran afrenta de
TMEX es que el 5 de diciembre, a siete días de un despido masivo de 826
trabajadores, un grupo de ellos decide salir a la calle a grabar con sus medios
lo que creen que no se cuenta en la TV que les paga y que va a expulsarles en una
crisis sin precedentes en la que, no solo ellos, sino un amplísimo sector de la
sociedad, se siente desasistido por su TV pública. Han llegado a indagar, en
Libertad Digital, quién ha comprado el dominio "tmex". Por si
encontraban, quizás, a algún diablo con cuernos y rabo.
La cobertura del 23-F de TMEX fue
modélica. Modesta, pero modélica y profesional. No en vano, hay mucho talento
en la Asociación de Ex trabajadores de Telemadrid y en TMEX. Estuvieron donde
había que estar y dieron voz a quien había que dársela.
Mientras tanto, Telemadrid, el "dominio"
real de la TV pública regional- que no de los madrileños- informaba de la
manifestación del 23-F en Madrid dentro del cordón de seguridad y sin cubilete
identificativo en el micrófono. ¿Miedo o vergüenza?
A los de TMEX los madrileños los
saludaban. A los de Telemadrid...no se sabe. No se acercaron a la gente.
