Ignacio Fontes
Volvemos donde solíamos: comencé la sección Boquitas radiadas en 1995, en el glorioso Cambio 16 –del que fui secretario general de Redacción veinte años antes– dirigido por Román Orozco. La retomé en 2000, cuando el soi disant empresario Manuel Domínguez alquiló la marca en subasta judicial –tras la quiebra del Grupo 16–;el semanario lo dirigía Luis Peiro y el redactor jefe era Juan Lucio, ambos merecedores de crédito y respeto profesional. Más tarde, cuando empezó a ser una merienda de merendantes –el director-marioneta era Francisco Caparrós y para no pagarme la deuda de más de un millón de pesetas, el tal Domínguez argumentó que podía decir en mi columna lo que quisiese. ¿Para qué crees que escribo literatura?, le respondí–, los mandé a tomar vientos, buena terapia para el cutis de los mandados y mejor para la paz de espíritu del remitente. En fin, cuando Gorka Landaburu se puso al frente del desastre en que había desaguado aquel modelo de periodismo que fue Cambio 16 en la Transición, ni él me llamó ni a mí se me ocurrió: el capo del invento seguía siendo el mismo...
Ahora, Boquitas radiadas encuentra nicho en Periodistas en Español, un proyecto de periodistas para periodistas y público en general (“nenes y nenas, soldados y personas”..., decía un vendedor de figuritas de Don Nicanor tocando el tambor en el Rastro madrileño, en una película de aquéllas de Leblanc, Isbert, Morán y compañía, seguramente en Los tramposos, Pedro Lazaga, 1959). Ésta es una selección periódica, normalmente semanal, de lo más florido, hablado y escrito en los medios que suelo frecuentar: diarios y emisoras de radio –no gasto televisión– y que, ahora, se verá enriquecida con la hemorragia digital que nos anega. Pero sin exagerar: son tantos y tan aburridos...
La gracia es que está escrita por un perro viejo, un servidor, cuya dieta preferida es la carne de can a la intemperie, al contrario de lo que reza el viejo mandato corporativo: “Perro no come perro”. Siempre me ha parecido una excusa de los informadores para no informar sobre lo suyo. Una sección, si se me permite la sinceridad, muy adecuada a los tiempos que corren, en los que se ha desbocado la mala educación en los medios y el más tonto le dice a la vicepresidenta Salgado cómo se sale de la crisis o insulta sin vergüenza, especialmente si la víctima es socialista, sobre todo si son el presidente del Gobierno y sus ministros y mejor de los jamases (Juan Malumbres dixit) si es mujer...
Si no te gusta, no haberlo pensado, no haberlo dicho, no haberlo escrito, no haberlo publicado...
Si un donnadie apoltronado como un individuo llamado Victorio Valle, patán que dice ser director general de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), vomita que las medidas económicas de Zapatero son producto de la “majadería” y la “imbecilidad” y un ultradiario como La Gaceta califica los exabruptos barriobajeros de tabernero de “denuncia” (“Las cajas [sic] denuncian la ‘majaería’ de Zapatero y la ‘imbecilidad’ de sus medidas”, 22/09), apaga y vámonos: ése es el nivel subterráneo del país, de sus dirigentes sociales y de sus periodistas: al lado de ellos, Ahmadinejad parece al-Juanito, el niño árabe bien educado...
Decir o no decir: a Carlos Herrera le faltó tiempo para leer en cuanto le llegó uno de esos correos-e burlándose del rey que ponen en circulación derechona y rojerío irredentos (Herrera en la onda, Onda Cero, 24/09) y le sobró para silenciar la carta que le dirigió simplemente Concha, una funcionaria granadina.
De manera serena y contundente, le dice, que seguía oyendo su programa preferido, a pesar de la “satisfacción” de su comunicador favorito porque el Gobierno ha “metido mano” a los sueldos de los empleados públicos, aunque le reprocha su visión obsoleta del funcionario como un vago en manguitos, en vez de la realidad: “Atendiendo a público cabreado e impaciente, cuidando y formando a vuestros hijos, responsabilizándonos de la salud de pacientes a los que tenemos que ver en tiempo récord, manteniendo y limpiando los espacios en los que vivís, protegiendo vuestra seguridad (...) Pero en fin, he seguido escuchándote a pesar de todo porque no hacías más que manifestar eso, una opinión. Pero hoy voy a dejar de hacerlo. Hoy he comprobado que te has vuelto parcial, incoherente y subjetivo”. ¿Qué ocurrió? Que el Gobierno subió el IRPF un punto a partir de 120.000 euros y dos a partir de 175.000 euros y Herrera se puso como una “fierecilla indomable”: “Ahora que el Gobierno ha dejado de mirarme y te mira a ti (...) te sientes indignado”, le dice Concha, “Igual tú no has necesitado de estos servicios porque puedes pagar medios privados: gestores, colegios, clínicas, médicos, seguridad (...) no es demagogia. Es la realidad pura y dura. Creo que objetiva, imparcial y coherente. Como eras tú antes de ver peligrar un poco de lo mucho que tienes”.
En fin, repetiré para mis lectores de entonces, si queda alguno, y para los de periodistas-es, el motto de cada reaparición de esta sección: Bienvenidos de vuelta al infierno. Y a los insultadores, un aviso: el que a insulto mata, a insulto muere, al menos en este rincón. Tome nota ese Valle, pero también los estepas, ríos, montañas..., el resto de la recua.
Subsección La Vida Tal Cual Es.- El Supremo, por boca del juez Adolfo Prego de Oliver, ése que califica de “contrarrevolución” el golpe del 36, que tiene al exterrorista Pío Moa de autor de cabecera, que teme a la ley de Memoria Histórica más que a un nublado y que fue el ponente de la admisión a trámite de la querella del grupillo fascista Manos Limpias –el vocablo sindicato tiene una nobleza que no debe ser contaminado por las marcas oportunistas–, rechaza, también como ponente, el recurso de Garzón. Dice que su colega Luciano Varela, el que ha procesado al juez de la Audiencia Nacional, hizo muy bien en indicar a los manos negras por tres veces –una, dos y tres:/ tres banderilleros en el redondel, que recitaba doña Lola Flores– cómo acusar a Garzón para que la acusación fuera presentable y aceptable.
Muy bien, pues en la misma línea de pensamiento jurídico, ¿por qué el Prego no ha indicado una y otra vez al abogado de Garzón cómo debía redactar el recurso para aceptarlo y mandar a la papelera el inicuo proceso contra el juez? Sucede que la prevaricación es como el amor: conceptos abstractos que cada quien interpreta y ejerce como puede. O como quiere. O como le interesa. O...
Ventanilla de Reclamaciones:
Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla .
